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La esencia de la Vuelta a Costa Rica se fue difuminando con la situación del domingo por la noche entre las escuadras de Frijoles Tierniticos-Roes y Reitt Zumco Mincho. Si ya la no presencia de equipos extranjeros determinantes – Colombia para ser concretos- le bajaba el perfil a la Vuelta, la gresca en el hotel de Limón y el retiro del equipo del líder Mainor Rojas (Riett Zumco Mincho) terminaron de enlodar una carrera que los aficionados del pedal la esperan cada diciembre.
El ambiente en la salida fue pesado, fue cargado de una tensión que no tendrían que estar más que en la carretera cuando cada entrenador mueve sus fichas esperando acertar estrategias. Las miradas, los gestos y las especulaciones no dejaban enfriar lo caliente de la situación, que podría irse a instancias legales. Pero aún faltaba, quizá, el peor detalle antes de poner a girar las bielas: la ausencia de la camisa amarilla en el pelotón.
La decisión tomó horas noche para darse, los altos mandos de la Vuelta hicieron las respectivas investigaciones y el veredicto no tuvo complacencia en el equipo de los leones naranja. Los expulsados de la caravana fueron Heiner y Mauricio Rojas, ambos parte del staff del equipo de Frijoles Tierniticos Roes. Aunque los equipos se tiraban la culpa de un lado hacia el otro, la resolución final molestó a los de Reitt Zumco Mincho y se levantaron en protestas.
El capo del Equipo Reitt Zumco Mincho, Rónald Araya, junto a sus compañeros tomaron el consenso de no salir y retirarse de esta vuelta: “Nosotros tenemos familia y amigos en el hospital, ¿Cómo no va a haber ninguna sanción? Tenemos que marcar un precedente en el ciclismo nacional y que se respete verdaderamente. Ahora los comisarios me dicen que yo soy el culpable y que no es problema de ellos que hayan tres de mis compañeros fracturados en medicatura forense”, dijo Araya al momento de retirarse de la competencia.
El sueño amarillo de Minor Rojas (Reitt Zumco Mincho) no se concretó y quedó a unas horas de poder llegar a su natal Guápiles con la camiseta que lo acreditaba como el primero de la general individual. A todo lo sucedido Rojas comento: “Nosotros somos un equipo que venimos a luchar y no es justo que vengan y nos jueguen sucio. Me siento triste por todo esto, pero la dignidad está por encima de todo”.
Ahora la Vuelta queda entre grises y el verdadero perjudicado es ciclismo. Queda para la historia lo sucedido en el hotel de limón un domingo de Vuelta por la noche, queda para Minor Rojas la satisfacción de saberse líder pero la intriga de no saber lo que pasaría con su camiseta amarilla. Ahora el liderato se retrasa por casi 5 minutos y le queda a Joseph Chavarría, del Nestlé-Giant-Courtyard Marriot, que sin tener nada que ver en el asunto es el líder en esta atropellada Vuelta a Costa Rica.