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Fueron horas de terror. Una película, tal vez, quedaría atrás respecto a la historia que vivió Mark Lyons en La Ruta de los Conquistadores 2015.
Desde que salió de la meta sabía que el día estaba extraño. Una corriente negativa rodeaba su persona y cada vez el camino se ponía más tenso.
Y qué cosas de la vida. Esa corriente tomó forma de agua y terminó arrastrando a Mark por más de dos kilómetros río abajo en la zona de Carara.
Por casi 24 horas las autoridades buscaron a Lyons en la zona pero no había rastro de nada. Lo que era su bicicleta terminó siendo nada más un relato, casi un recuerdo ingrato.
Mojado, sin comer, ni poder agua, el estadounidense decidió comenzar a escalar una montaña que cada vez se hacía más complicada de subir. El fin estaba…pero no cerca.
Mark, buscando una salida rápida, se tomaba de los árboles para evitar perder el equilibrio. Más de una espina penetró el cuero de su piel y las heridas crecían conforme avanzaban los minutos.
Arriba, ya en la cúspide, el destino le deparó un crucigrama de horror. Una intersección de dos ríos apareció y la decisión rápida debía ser tomada.
El ciclista apostó por irse al lado derecho y, como si fuera casualidad de la vida, llegó al mismo punto donde el río lo arrastró muchas horas antes.
Pareciera que su primera visita a Costa Rica jamás será olvidada para el oriundo de Colorado. No por una bonita experiencia, sino por los moretones que el deporte le deparó.
Fuente: YashinQuesada.com / Diego Obando
VÍDEO: https://www.youtube.com/watch?v=T435wUXPkmo