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La lluvia amenazó por algunas horas pero algo le dijo que la noche era especial. El héroe de la bicicleta nacional llegó a su fortaleza.
Entre aplausos, gritos y una que otra lágrima Andrey Amador fue recibido como un completo héroe tras su cuarto puesto en el Giro de Italia 2015.
Atravesando San José en caravana ciclística el pedalista no tuvo muchos problemas para arribar al Teatro Nacional, lugar donde habló con los medios tras su participación de Oro en la Corsa Rosa.
Sin muchos lujos, con la camiseta del Movistar Team y un pantalón como el de cualquier otro ciudadano, Andrey tomó la palabra para responder a las cuestionantes.
«Contento de poder estar con todos ustedes aquí en Costa Rica, es mi país, es mi todo, donde entreno, donde me preparo. Esperamos seguir progresando en la disciplina y esperando que todos estén contentos por lo obtenido», fueron las primeras impresiones de un ciclista que promete más en su aún joven carrera.
Tiempo más tarde pasó a una tarima instalada en la Plaza de la Cultura. La cantidad de personas obviamente no era extrema, sin embargo lograban imponer fuerte aliento en el corazón de la capital.
Como si hubiese ganado en Europa las emociones sobresalieron cuando Amador saltó a escena. Papeles, confeti y hasta champán voló en «Chepe», donde Andrey subió al podio. No fue el del Giro, pero si el podio del corazón tico