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El español Alberto Contador arrancará mañana el Giro d’Italia 2015 como indiscutible favorito y con una meta, conseguir la «maglia rosa» y dar el primer paso para emular a Marco Pantani.
El campeón del Giro 2008 se propuso para esta temporada ganar en Italia y conquistar después el Tour de Francia. La última vez que alguien logró el doblete fue «Il Pirata» Pantani en 1998.
«Es un reto muy difícil que lleva muchos años sin conseguirse», dijo Contador a la televisión española TVE. «Lo único que pido es que me respete la salud, estoy motivado», añadió.
Contador ganó las dos ediciones del Giro que disputó, pero la victoria de 2011 le fue arrebatada por doping.
«Estoy listo para el desafío», proclamó el español en la localidad de San Lorenzo al Mare, donde mañana arrancará la edición número 98 de la carrera ciclista italiana.
«Para mí, el Giro y el Tour significan los mismo», explicó hoy el español, que tendrá como principales rivales al australiano Richie Porte, al local Fabio Aru y al colombiano Rigoberto Urán. El que no estará es el actual campeón, el también colombiano Nairo Quintana.
Contador no compitió en los pasados 40 días y ultimó su preparación en la montaña del Teide, el pico más alto de España (3.781 metros), situado en la ilsa de Tenerife.
El Giro, que termina el 31 de mayo en Milán, será una dura prueba para las piernas de Contador: habrá siete etapas de alta montaña -seis de ellas con final en alto-, una contrarreloj de 59,4 kilómetros entre Treviso y Valdobbiadene y una crono por equipos -mañana- de 17,6 entre las localidades de San Lorenzo al Mare y San Remo.
Las esperanzas de los aficionados italianos están puestas en Aru, líder del polémico equipo Astaná y que podrá concentrarse plenamente en el Giro, ya que no participará en el Tour, que arrancará el 4 de junio.
Aru, que nunca sobrepasó los 60 kilogramos, es el capitán de un equipo que estará en el punto de mira después de que le fuera concedida la licencia WorldTour tras varios escándalos de doping.
El Giro verá además el debut de Rick Zabel, de 21 años e hijo del sprinter alemán Erik Zabel, uno de los reyes de la regularidad en el Tour