Colombia siempre ha sido protagonista en Vueltas a Costa Rica y durante los ochenta fue claro dominador del giro nacional, donde los ticos no podían ganarles y año a año los cafeteros celebraban en nuestra casa, sin embargo, apareció “El Príncipe” Juan de Dios Castillo y rompió esa hegemonía en el 86.
Sus inicios en el ciclismo se dieron en 1980, cuando en unos Juegos Nacionales logró ganar medalla y empezar a si una carrera que lo llevó a correr en España y ser campeón de la Vuelta Costa Rica.
“Luego de los juegos nacionales, en 1983 el equipo de Almacén Gonzales se fijó en mí y me llevaron a correr con los hermanos Brenes, luego en la vuelta de 1984 gané el título novato, luego el equipo se desintegro y pase a Camarasa donde quedé campeón nacional en 1985, luego me llevaron en febrero de 1986 a correr a España, durante ocho meses, luego regresé a Costa Rica y no tenía patrocinio para la Vuelta y ahí apareció Carlos Alvarado, con Bicicletas Alvarado y junto con otros tres novatos corrimos la vuelta que gané” detalló Castillo.
Fue en ese 1986 donde luego de cuatro títulos consecutivos de Colombia (1982, 1983, 1984 y 1985) apareció una lucha entre dos ticos por el título Rigoberto Zúñiga y Juan de Dios Castillo, quienes dividieron a la afición y al final le dieron nuevamente el título de la Vuelta a nuestro país.
“El romper la hegemonía de Colombia se debió a mi mentalidad para correr, porque yo corría diferente, porque si ellos eran escaladores, yo tenía que atacarlos en los descensos, además conocía las etapas y algunos rivales que venían, entonces siempre los atacaba de salida, para que estuvieran fríos, mientras tanto yo estaba ya preparado para la carrera” detalló Juan de Dios.
Apodado “El Príncipe” Juan de Dios disputó alrededor de nueve vueltas a nuestro país donde ganó cuatro etapas y en el 86 año donde se llevaría la general individual, solo ganó una jornada entre Puntarenas y Pital de San Carlos.
“Esa vuelta la recuerdo mucho, porque tuve una gran lucha con Rigo Zúñiga, al final llegamos a la última etapa con una diferencia de solo diez segundos y pude llegar al Estadio Nacional como campeón, fue bonito, porque la afición se dividió como decir ahora un partido de Saprissa y La Liga, los medios de comunicación le daban mucha cobertura y la gente salía a la calle para apoyarnos” finalizó.
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