G. Italia: Los favoritos no se atacan en Madonna di Campiglio, O’connor se lleva el triunfo

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Se esperaba mucho de esta 17ª etapa -un etapón con más de 5.000 m de desnivel acumulado y cuatro colosos de montaña, Forcella Valvona, Monte Bondone, Passo Durone y Madonna di Campiglio- pero al final no ha marcado ninguna diferencia de cara a la general, que sigue liderada por un sólido Joao Almeida, un día más cerca de conquistar la corsa rosa.

Lo intentó tímidamente el Sunweb en las rampas de Madonna di Camplglio pero no consiguieron descolgar a un Almeida que se aferra a la maglia rosa. Hay ganas de batalla, pero no fuerzas a cuatro días del final. La etapa de mañana -con las subidas a Campo Carlo Magno (14,2 km al 5,8%), Castrin Pass (8,6 km al 8,9%), el imponente Passo dello Stelvio (24,7 km al 7,5%) y final en Laghi di Cancano (8,7 km al 6,8%)- se antoja decisiva, más teniendo en cuenta que la «reina» del sábado posiblemente sea recortada en kilometraje y dureza.

La victoria de etapa ha sido para el australiano Ben O´Connor (NTT), que ayer rozó el triunfo (fue segundo, tras Jan Tratnik) y hoy ha rematado a lo grande una fuga que originalmente fue de 19 ciclistas, con cuatro Movistar entre ellos (Cataldo, Villella, Sepúlveda y Héctor Carretero), además de otros hombres importantes como Pernsteiner, Zakarin, De Gendt, Ulissi, Dennis, Guerreiro, Vanhoucke, Óscar Rodriguez o Victor de la Parte.

Con una ventaja de cinco minutos sobre el pelotón, la victoria se decidiría en las rampas de Madonna di Campiglio, donde O´Connor soltaría a sus compañeros de fuga con un ataque a 8 km del final. El australiano -gran escalador- aguantó y llegó a la meta en solitario para anotarse su cuarta victoria como profesional y su primera en una Gran Vuelta.  Segundo fue el austriaco Hermann Pernsteiner (Bahrain-McLaren) a 31’’, tercero el belga Thomas de Gendt (Lotto-Soudal) a 1’:10’’, y cuarto Ilnur Zakarin (CCC), a 1´13″.

En el pelotón, los Sunweb buscaron endurecer el ritmo en Madonna di Campiglio para descolgar a Joao Almeida. Primero pusieron a trabajar a Martijn Tusveld -que hizo una importante selección en el grupo-, después dio un acelerón Jai Hinley, y más tarde fue el propio Wilco Kelderman, a 5 km del final, quien intentó marcharse en solitario, con más corazón que fuerzas. El propio Almeida saltó rápidamente a su rueda para sofocar el intento, y ya nada se movería hasta la meta, donde llegaron juntos un grupo de once con todos los favoritos. Batalla nula en espera de la de mañana.