Jumbo suma su segunda victoria de la mano de Van Aert, Yates nuevo líder tras sanción a Alaphilippe

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Wout Van Aert es un portento. Ayer, trabajando para sus líderes, cortó con su fuerte ritmo en la subida a Orcières-Merlette a numerosos ciclistas y quitó las ganas de atacar a algunos favoritos, y hoy, con libertad de movimientos pero sin ayudas, se ha impuesto en un sprint.

Por su parte el costarricense Andrey Amador realizó un destacada labor, intentando juntos a su equipo el Ineos, hacer un corte a diez kilómetros a meta.

Con un vibrante mano a mano entre Van Aert y Bol se ha resuelto una etapa soporífera, que por no tener no ha tenido ni una sola escapada, algo inaudito en una 5ª etapa del Tour, cuando las fuerzas aún están intactas y todos los equipos, en especial los modestos, deberían buscar lucirse ante todo el mundo.

ALAPHILIPPE SANCIONADO; YATES, NUEVO LÍDER

Pero la noticia saltaba minutos después de finalizada la etapa cuando se conoció que el líder Julian Alaphilippe había sido sancionado con 20″ por avituallamiento ilegal, al coger un bidón a 17 km de meta. Esto cambiaba por completo la clasificación general, que pasa a estar liderada por el británico Adam Yates (Mitchelton-Scott), seguido de Primoz Roglic, a 3″, y Tadej Pogacar a 7″. Alaphilippe pasa a ser 16º a 16″.

SIN FUGA

Habría que remontarse muchos años atrás, posiblemente décadas, para encontrar una etapa del Tour sin escapadas. 183 kilómetros entre Gap y Privas carentes de lucha y emoción. Los ciclistas se tomaron el día libre y ni siquiera pelearon por coger una modesta fuga, más allá de un intento muy tímido de Kasper Asgreen y Thomas De Gendt en los primeros kilómetros. Todo fue un rodar juntos a ritmo monótono. En una etapa con terreno favorable la velocidad media no llegó a los 42 km/h, y solo la tensión propia de los últimos kilómetros aceleró un poco el pelotón. Ya en los 10 últimos, y aprovechando un cambio en la dirección del viento, que pasó a soplar de costado, Ineos-Grenadiers intentó provocar algún abanico, cortando el gran grupo en dos. Pero todos los favoritos iban delante.

Una de las etapas más aburridas del Tour en las últimas décadas se resolvería, como estaba cantado, con un sprint en terreno ligeramente ascendente, lo que abría el abanico de aspirantes. El terreno de aproximación era peligroso, estrecho y con alguna rotonda, y en él Team Sunweb hizo un gran trabajo de colocación y lanzamiento para el neerlandés Cees Bol, a quien este tipo de llegadas le van como anillo al dedo. Pero fue superado por la potencia y el talento de un gran Wout van Aert, chico para todo en el Jumbo-Visma. Lo mismo es el gregario más valioso en una etapa de montaña que al día siguiente gana sin ayuda en un sprint masivo.

La de hoy es la quinta victoria de la temporada para Wout Van Aert -casi todas de gran valor: Strade Bianche, Milán-San Remo, etapa en el Dauphiné, campeonato nacional contrarreloj y etapa en el Tour- y la segunda en la ronda gala, tras la que consiguiera en Albi el año pasado.

Amador cruzó la meta de la quinta etapa en la casilla 142 a 4:50 de Van Aert, mientras que en la general ahora se ubica 113 a 39:11 del nuevo líder Adam Yates.

Mañana jueves, en la sexta etapa, el pelotón se dirige al Macizo Central con una inédita llegada en el Mont Aigoual, de 8,3 km al 4%, con la subida previa, sin solución de continuidad, al mucho más exigente Col de la Lusette, un 1ª de 11,7 km al 7,3% que debería hacer la selección importante en el grupo de favoritos.