Felix Grossschartner se lleva la primera etapa de la Vuelta Burgos en un final explosivo.

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Felix Grossschartner (BORA-hansgrohe) ha logrado una inapelable victoria en las rampas de la explosiva subida al Alto del Mirador (1 km al 6,1%) y se convierte en el primer líder de la muy esperada Vuelta a Burgos, la primera gran carrera post-confinamiento del calendario UCI. 

El austriaco lanzó un fortísimo ataque en las primeras rampas de la subida final al Mirador y abrió un hueco importante que nadie pudo cerrar. Llegó a meta con 8″ de ventaja sobre Joao Almeida (Deceuninck), Alejandro Valverde (Movistar) y Alex Aranburu (Astana) y 10″ sobre un grupo en el que estaban Mikel Landa, David Gaudu, Jon Aberasturi, Matteo Trentin y un Remco Evenepoel que previamente había dado una exhibición de poderío, marchándose en solitario en un repecho y rodando escapado durante 15 km -en los que llegó a tener 40″ de ventaja- antes de que le mandaran parar desde el coche de equipo al ver que tenía muy difícil la victoria.

FUGA DE CUATRO

La 1ª etapa de la Vuelta a Burgos (Burgos Catedral – Mirador del Castillo, de 157 km) estuvo protagonizada en su mayor parte por cuatro ciclistas de equipos españoles que se escaparon en los primeros kilómetros y llegaron a tener una ventaja superior a los 5 minutos: Jetse Bol (Burgos-BH), Gotzon Martín (Euskaltel-Euskadi), Diego Pablo Sevilla (Kometa Xstra) y Kiko Galván (Kern Pharma).

A 45 km de meta el Trek-Segafredo acelera el ritmo y provoca un corte en el pelotón, quedando por delante los líderes del Deceuninck, Movistar, Mitchelton-Scott y Trek-Segafredo. La aventura de los fugados llegaba a su fin y, con el pelotón principal de nuevo reagrupado, asistimos a 35 del final a la exhibición de Remco Evenepoel, quien puso un fuerte ritmo en un repecho para marcharse en solitario. Llegaría a abrir un hueco de 40″; él solo contra el pelotón. Pero con el viento pegando de cara y los principales equipos trabajando con decisión para cazarle deciden pararle al ver imposible su aventura.

Atrapado Evenepoel sería el turno de Will Smit (Burgos-BH), quien rodaría escapado algunos kilómetros. Pero tras el primer paso por el Alto del Castillo (a 14 de meta) se produjo un nuevo reagrupamiento que dejaba la carrera pendiente de su resolución en la segunda y definitiva ascensión al Mirador (1 km al 6,1%), en la que el austriaco Felix Grossschartner sorprendió a los favoritos con un duro demarraje en sus primeras rampas. Un demoledor ataque que le ha valido para vestir el primer maillot morado de la Vuelta a Burgos 2020.