Bryan Salas vendió su play station para comprar su primera bicicleta.

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El campeón de la Vuelta a Costa Rica 2018 habló con Cr Ciclismo de su inicio en el ciclismo, la difícil situación en su momento por falta del apoyo económico y su llamativo título conseguido en el máximo escenario nacional.El herediano contó sobre sus inicios cuando hacia deporte por diversión y tenía una bicicleta 20, sin embargo poco a poco junto a sus amigos fue emocionándose más en el ciclismo y logró comprar una bici de mtb.

«Salía con mis amigos a muchos rides, pero nos entraba el espíritu competitivo, vendí mi play station y otras cosas para poder comprarme mi bici de mtb, luego seguimos de fiebres y decidimos entrar al CCDR de San José, aunque mi mamá no lo veía con buenos ojos por un accidente que le causó la muerte a mi tío, pero de igual manera logre convencerla.»

Salas también comentó más a fondo su aventura en el CCDR de San José.

«Una vez en el comité, me tocó andar poco más de un año y medio en bicicleta de mtb haciendo fondos y demás; inclusive no tenía zapatos de clip y tampoco licra por lo que yo andaba con los más sencillo.»

Fue su tio Emiliano, el que le regaló su primera bici de ruta, era un marco 48 y le quedaba bastante pequeña, por lo que a Bryan le daban constantes dolores de espalda, sin embargo eso no lo detuvo de su sueño de estar en unos Juegos Nacionales.

Para esos Juegos Nacionales el pedalista estaba todo ilusionado, sin embargo meses antes, durante un entreno sufrió un accidente que le provoco la fractura de clavícula y su sueño se veía lejano.

“Durante un entreno sufrí una caída y me quebré la clavícula, pero aun así seguía de necio con que quería ir a Juegos, fui a MTB pero no clasifiqué quedé de 52”
Los años pasaron y Salas fue poco a poco mejorando en la bicicleta, y fue en el 2010, donde la escuadra Olman Ramírez le dio la oportunidad de debutar en la Vuelta San Carlos

«Fui sin nada de experiencia pero con mucha ilusión; obtuve buenos resultados, también tuve un paso en mtb pero el calendario era más enfocado a la ruta.»
Con el equipo Olman Ramírez, Salas fue protagonista en algunos eventos como Vuelta Higuito y Vuelta Costa Rica, sin embargo por falta de recursos económicos la escuadra desapareció y él quedó a la deriva.

“Muchas veces me pasó por la cabeza abandonar el ciclismo, no había patrocinios, sin embargo siempre existieron buenas personas como Esteban Ramírez, luego mis tíos y mis papás que siempre me apoyaron y me dieron la oportunidad de llevar el estudio y el ciclismo”

Al quedarse sin equipo, Bryan pensó que su carrera como ciclista había acabado, sin embargo Jose Adrián Bonilla y el equipo Coopenae-Movistar-Economy le tendió una mano y estuvo durante dos temporadas con ellos, donde inclusive iban a ser el primer equipo continental de Costa Rica.

«Con Copenae disfrute mucho con la bicicleta, tuve un par de vueltas más y diferentes carreras que me hicieron acumular más experiencia, luego cuando el equipo cerró pensé seriamente en la decisión de retirarme pero Rodrigo Montoya me rescató.»

Pese a tener su segundo equipo y quedarse nuevamente sin patrocinadores, Salas apareció en un Campeonato Nacional de Crono, donde sin una buena preparación perdió muchos minutos y en su cabeza solo estaba la idea de retirarse, sin embargo apareció Rodrigo Montoya y el equipo Scott-TeleUno para darle una tercera oportunidad.

En esa vuelta del 2016, el herediano logró ganar la cuarta etapa de la Vuelta Costa Rica y gracias a eso dar el salto a la estructura de Asociglobo, donde dos años después se consagraría campeón de la Vuelta Costa Rica.

“El año que gané la vuelta, había estado muy regular todo el año, siempre quedaba segundo o tercero, llegamos a Chiriqui y la carrera se nos puso para pelearla con Daniel, ahí todos trabajamos para él, luego en la vuelta Costa Rica íbamos con Joseph Chavarría como capo, sin embargo se dio la fuga larga y ahí todo cambio”

Todo cambio, porque los “favoritos” habían cedido tiempo importante y la escuadra para la que en ese entonces corría Salas, lo tenía a él y a Daniel Bonilla, frente a los colombianos y los mexicanos, quienes dieron batalla hasta el final.

«La vuelta era para el hombre que estuviera más fuerte, constante y con algo de suerte y por supuesto tener un equipo que te respalde. Pasaron los días y desde que arranque la vuelta tenía ganas e ilusión ya que me sentía muy bien; fue una vuelta de mucho nivel y estoy orgulloso de haberle ganado.»

Con el triunfo de Vuelta Costa Rica, Salas imaginó que lo mejor estaba por venir, sin embargo su equipo perdió algunos patrocinadores y la situación una vez más se veía difícil, sumado a esto a finales de año se lesionó y no pudo defender su título.
«Fue algo muy emotivo el no poder participar a raíz de la lesión, pero me acerqué a la vuelta como un espectador más, de igual manera se me vinieron un par de lágrimas ya que yo tenía todo la ilusión y una preparación detrás.»

A pesar de todo esto, el tico nunca se ha dado por vencido y ha seguido con sus sueños intactos, y para este 2020 llegó a una de las escuadras más poderosas de los últimos años el Asfaltos CBZ-7C-Economy-Wilier, con los que espera pelear de nuevo la vuelta a nuestro país.