Amador logró superar el infierno de Yorkshire, mientras Pedersen se corona campeón mundial

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Andrey Amador regresó a los mundiales de ruta, tras la ausencia del año anterior en Innsbruck, sin embargo el regreso fue al mejor estilo de una carrera épica donde el temporal con fuertes aguaceros y temperaturas de 11 grados centígardos obligó a la organización a reducir el trazado.

Nuestro compatriota finalizó en el puesto 39 a una diferencia de 8’07». Sin embargo estas son algunos datos interesantes tras la participación de Andrey quien se mantuvo en el lote principal hasta faltando 30 kilómetros a meta.

Estos son algunos de los números que dejó la participación de ANdrey en este mundial:

De 197 inscritos en el Mundial solo terminaron 46 entre ellos nuestro compatriota Andrey Amador

Hubo un total de 149 Retirados .

De 12 países con solo 1 o 2 ciclista inscritos, solo terminó CRC en #39 y Suecia de #45.

El danés Mads Pedersen se ha proclamado campeón del mundo en ruta en una de las ediciones más duras que se recuerdan en los últimos años, bajo unas condiciones meteorológicas muy adversas, que obligaron a la UCI a modificar el itinerario de la carrera para poder garantizar la seguridad de los corredores. Aún así, la dureza se hizo palpable desde los primeros compases de la carrera, con frío y viento de principio a fin.

El ciclista del Trek Segafredo, con solo 23 años, ha batido en la línea de meta al que, en teoría, tenía todas las papeletas para hacerse con el título, el italiano Matteo Trentin. En tercera posición entraba el suizo Stefan Küng. Pedersen comenzó a moverse en puestos cabeceros a falta de 65 km para el final, metiéndose en todos los cortes buenos. Cortes a los que se sumarían, a falta de 30 km, Matteo Trentin y Mathieu Van der Poel.

Cuando la victoria parecía cosa del italiano y el neerlandés, Van der Poel explotaba, totalmente vacío, a 10 km del final, dejando la victoria en bandeja para la selección italiana, que contaba en la fuga con Trentin y Moscon. Sin embargo, en el momento del sprint final, un potentísimo Mads Pedersen superaba al corredor del Mitchelton-Scott, que debía conformarse con una plata agridulce.

Además de Van der Poel, otros damnificados por la dureza de la carrera fueron los belgas Gilbert y Evenepoel, retirados tras la caída del primero y la imposibilidad de contactar con el pelotón, Alejandro Valverde, que echó pie a tierra a 85 km del final, y otros nombres importantes como Alaphilippe o Van Avermaet, que apenas se dejaron ver.

LA ÉPICA DEL CICLISMO

Las peores previsiones meteorológicas se cumplieron esta mañana en Yorkshire, con una pertinaz lluvia cayendo sobre las carreteras y encharcando peligrosamente algunas zonas del trazado, lo que obligó a la UCI a modificar el recorrido de esta última prueba de los Campeonatos del Mundo. Esto se traducía en la supresión de las subidas a Buttertubs y Grinton Moor, y la suma de dos vueltas al circuito final de Harrogate, para hacer un total de 9. Con estos cambios, el itinerario quedaba reducido a 261 km, 24 km menos que los previstos originariamente.

Circunstancias que no fueron impedimento para que la carrera se lanzara desde el mismo banderazo de salida tras la neutralizada, como suele ser habitual en los mundiales, con la aparición de las selecciones más modestas en busca de su momento de gloria y protagonismo. Un protagonismo al que se sumaban algunos nombres ilustres como el irlandés Dan Martin o el esloveno Primoz Roglic. Incluso el ecuatoriano Richard Carapaz buscaba la fuga en compañía del alemán Koch y el esloveno Polanc.

Un trío que poco a poco hacía camino y minutos después era neutralizado por un grupo perseguidor integrado por grandes nombres como Quintana, Roglic, Bodnar, Dillier, Cort-Nielsen, Houle, Vakoc, Howes… integrando una potente fuga a la que el pelotón, en principio, dejaba caminar. Mientras, la lluvia y el viento no dejaban de castigar a todos y cada uno de los corredores, desde los australianos que encabezaban el pelotón, con Rohan Dennis y ‘su’ BMC roja, hasta los hombres más débiles que luchaban por no perder comba a cola del pelotón.

En el ascenso a Cray Summit (4 km al 4,3%, con rampas máximas del 9,1%), la única subida destacada antes de llegar al circuito de Harrogate tras la modificación del recorrido, la situación se mantenía intacta, salvo por una pequeña reducción de la ventaja de los escapados, que se quedaba en 2’ a unos 195 km del final. Al paso por el avituallamiento, a unos 180 km de meta, y aprovechando la habitual ‘parada’ del pelotón, la fuga incrementaba su renta hasta los 4’. En esos momentos, llegaba la (primera) mala noticia para la selección española: el abandono de Iván García Cortina, al parecer, aquejado de problemas estomacales desde ayer. La segunda ‘bala’ de Pascual Momparler para el día de hoy echaba pie a tierra.

Con 125 km por delante, y al primer paso por meta, ya en el circuito de Harrogate, la diferencia del grupo cabecero se reducía hasta el 1’30’’. Y la tensión se incrementaba en el pelotón con la caída de varios corredores entre los que se encontraba Gilbert, que se levantaba muy dolorido y era ayudado por su joven compatriota Evenepoel para intentar enlazar con el resto de favoritos. Rohan Dennis abandonaba, tras haberse tirado buena parte de la carrera tirando al frente del pelotón, y franceses y daneses se colocaba encabeza para neutralizar la escapada.

Otro ilustre del pelotón, reciente ganador de La Vuelta, Primoz Roglic, echaba pie a tierra aprovechando el paso por boxes, después de haberse dejado ver en la fuga del día. Mientras tanto, a 100 km del final, y cuando Gilbert todavía luchaba por reintegrarse en el pelotón principal tras su caída, paradójicamente, su selección endurecía el ritmo por delante en la subida al Oak Beck Climb (1,1 km al 5,8%), la cota más exigente del circuito. El belga, favorito en la línea de salida, ya sin la ayuda de un Evenepoel fundido, se descolgaba y decía adiós a su sueño arcoiris; entre lágrimas y dolorido, se retiraba de la carrera. El joven Remco seguiría el mismo camino instantes después.

A 85 km de meta, y después de no haber mostrado muy buenos síntomas a lo largo de la jornada, se confirmaba la (segunda) mala noticia del día para la selección española. Alejandro Valverde decidía parar y quedarse en boxes, despidiéndose de la opción de renovar el título mundial, en unas circunstancias, ciertamente, que no eran favorables para él.

Mientras, italianos y holandeses comenzaban a hacer acto de presencia en cabeza del pelotón. Y surgían nuevos aventureros, como el estadounidense Lawson Craddock, que saltaba del grupo a 66 km del final, llevándose a rueda al suizo Stefan Küng. A ellos se uniría el danés Mads Pedersen, a los pies de Oak Beck Climb. En la colina, Craddock cedía, quedándose en cabeza Pedersen y Küng, seguidos del holandés Teunissen y el italiano Moscon. Todos ellos, en apenas una treintena de segundos.

En cabeza del gran grupo –de apenas 40 corredores-, los hermanos Izagirre se mostraban en buena condición. Bélgica ponía ritmo de persecución y una numerosa Italia permanecía a la expectativa. Moscon, Teunissen, Pedersen y Küng se juntaban al frente de la carrera, y mantenían una veintena de segundos de ventaja.

A 33 km de meta, llegaba el ‘momento’ Van der Poel, que respondía al movimiento de Matteo Trentin en un duro repecho, y pedaleaban juntos en busca de los escapados, estableciéndose un grupo en cabeza formado por Pedersen, Küng, Moscon, Trentin y Van der Poel. Por detrás, un magnífico Gorka Izagirre intentaba enlazar, seguido de Skujins y Betancur. Entre el grupo de Van der Poel y el pelotón principal, no más de 35 segundos.

Una debilitada Bélgica, con Teuns en cabeza del pelotón, trata de limar diferencias a 20 km de meta, pero el esfuerzo tan solo les da para neutralizar al trío de Izagirre. Porque por delante, dos trenes llamados Trentin y Van der Poel conducen a su grupo directo a la lucha por las medallas, ampliando las diferencias hasta los 50’’. Otros candidatos al arcoiris, como Alaphillippe o Sagan, bastante tienen con seguir pedaleando en un día de perros como pocos se recuerdan.

Penúltimo paso por meta, sonido de campana de última vuelta y ventajas estabilizadas. Y cuando todo el mundo estaba pensando en qué momento Van der Poel asestaría el golpe definitivo, el neerlandés explota y dice basta. El ‘tío del mazo’ le asesta el peor golpe de su corta carrera deportiva… y es superado como una exhalación por el pelotón. Italia, mientras tanto, se frota las manos, con las bazas de un fortísimo Trentin y Moscon en el grupo de cabeza, con más de un minuto de ventaja sobre el pelotón, a 7 km del final.

Stefan Küng endurece el ritmo en la última subida al Oak Beck Climb, soltando a Moscon fácilmente, pero con Trentin y Pedersen soldados a rueda del suizo. Las medallas, ahora sí, se repartirán entre estos tres ciclistas. Simultáneamente, Sagan busca su momento de gloria saltando desde el pelotón, sin más efectos que unos segundos frente a las cámaras de televisión.

Último kilómetro para Küng, Pedersen y Trentin. El italiano, en teoría el más rápido, encabeza el trío, vigilante, pero pronto se deja caer a cola del trío. Tensión y miradas, hasta que a falta de 200 metros Trentin lanza el sprint… y un sorprendente Pedersen le coge rueda y remonta con relativa facilidad, como un cohete, batiendo al italiano en la línea de meta de Harrogate. Tercero, un gran Stefan KüngMoscon entra 4º a 17 segundos y 5º Sagan a 43. Gorka Izagirre, 9º a 1’10’’, finaliza como el mejor representante español.