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El corrredor Minor Rojas, del Reitt-Zumco-Mincho, se aferra al liderato de la Vuelta a Costa Rica y ha demostrado, pese a no estar con el cartel de favorito, que tiene casta para dar la batalla hasta el último segundo del giro decembrino. Este león naranja pudo pasar por su tierra vestido de amarillo y experimentar el calor de su gente a la vereda del camino.
“Ya hoy veníamos para el Caribe y para mí es importante. Fue muy emocionante pasar por mi pueblo Guápiles y ver volcada la afición hacia nuestro equipo Reitt-Zumco-Micho. En lo personal todo esto me llena mucho de orgullo y ojalá mañana pueda llegar a la meta en Guápiles vestido con la amarilla para seguir manteniéndola que para mí y para mi equipo es muy importante por el protagonismo que nos da”, comentó el líder después de la etapa.
Para Minor la carrera fue muy tensa pues hubo muchos ataques y siempre se mantuvo inconstante. El guapileño se refirió al terreno afirmando que era muy difícil, y que la bajada controlada del Zurquí fue la decisión más sabia, pues la integridad del competidor siempre será la prioridad.
Rojas seguirá cuidando los detalles de la carrera ya que asegura que los días que faltan serán difíciles por el desgate acumulado, y que en esos pequeños ajustes podría estar la consolidación de la camisa amarilla.