Debido a los incesantes problemas de interpretación de la normativa existente, la comisión técnica de la UCI ha realizado una serie de
simplificaciones que facilitan la tarea de jueces, corredores y técnicos en establecimiento métrico de la bicicleta de contrarreloj.
A partir de este momento cada corredor o corredora decide libremente a qué extención métrica de longitud se acoge, independientemente de que
la requiera morfológicamente o no. Por lo tanto, desaparecen los test de plomada de rodilla (tan subjetibable) así como el de flexion de codo.
A partir de ahora los 75 cmtrs del pedalier al punto de caída vertical extremo de los acoples se pueden ampliar hasta un máximo de 80.
Se entiende que esta ampliación es para facilitar el correcto posicionamiento de los corredores más altos o de mayor envergadura.
Asimismo los corredores que se veíaan perjudicados por el obligado retroceso de sillin de 5 cmtrs. pueden ahora adelantarlo hasta la
vertical del eje de pedalier sin necesidad de justificarlo.
Como detalles se complementa la medición diciendo que se entiende el borde de las extensiones de crono como el punto mas distante de las mismas,
independientemente de que sean electrónicos, mecánicos o de otro tipo, modelo, o marca.
Asimismo, sólo se podrá variar la altura de los apoyacodos en +/- 10 cmts de drop, sustituyendo a la normativa que pretendía que los antebrazos
fueran paralelos al suelo, lo que puede ser una buen a noticia para los corredores que querían llevar las manos mas arriba