El ciclismo no olvida a Michele Scarponi. Su huella, su persona, pese al paso de los días, sigue estando presente entre los aficionados al ciclismo. Las muestras de apoyo y cariño con el italiano han sido constantes desde que conocimos la noticia de su fallecimiento.
Primero fueron sus compañeros en el pelotón los que quisieron estar presentes en su último adiós; más adelante, su propio equipo, el Astana, comunicó su formación para el Giro de Italia con 8 ciclistas, reservando la plaza en un principio destinada para él. Y, ahora, ha sido la organización de la Corsa Rosa la que ha tenido un gesto con Scarpa: la cima del Mortirolo se llamará, en esta edición especial, la número 100, Cima Michele Scarponi.
El idilio de Scarponi con el Giro viene desde muy lejos. Este año, que acudía como líder del conjunto Astana tras la baja de Fabio Aru, hubiese sido su 12ª participación. Once participaciones, tres victorias de etapa y un Giro, el de 2011, aquel que ganó tras la descalificación de Alberto Contador. «Soy el ganador, pero Alberto me superó en el asfalto. Eso es así», dijo entonces. Un tipo querido por todos, que este año pondrá su nombre a una de las cimas más míticas de la historia del Giro, y del ciclismo. Puerto fundamental en su último triunfo parcial, en Aprica 2010, donde superó a Ivan Basso y Vincenzo Nibali. En esta ocasión, el Mortirolo se superará en una espectacular 16ª etapa entre Rovetta y Bormio.
Además, la instauración de la Cima Scarponi hará que en el Mortirolo se doblen los puntos en la clasificación de la montaña, dando un mayor valor a coronarlo en primer lugar. Los tributos al italiano no acaban aquí. Y es que este próximo viernes en Cerdeña, está previsto un minuto de silencio antes de la salida de la primera etapa, igual que en el podio final en Milán. El ciclismo no te olvida, Scarpa.