Después de dos días de emociones fuertes que han sacudido el Tour de Francia, la 18ª etapa (Moûtiers – Bourg-en-Bresse, de 184.9 km) estaba marcada para el lucimiento de los velocistas y en especial para un Jasper Philipsen intratable en los sprints que buscaba acrecentar su figura con la que hubiera sido su quinta victoria de etapa.
La realidad fue muy diferente, y acaba la jornada sin el triunfo por el que todos apostaban -acabó 4º superado por tres ciclistas de la fuga- y, lo que es peor, con su imagen dañada por un feísimo gesto con Pascal Eenkhoorn, al que quiso intimidar y cerrar cuando el neerlandés del Lotto Dstny intentaba saltar del pelotón en la Cote de Boissieu, a 79 km del final.
Hasta ese momento la etapa transcurría plácida marcada por una fuga de tres ciclistas, en principio inofensiva. Kasper Asgreen (Soudal-Quick Step), Victor Campenaerts (Lotto Dstny) y Jonas Abrahamsen (Uno-X) habían saltado en el primer kilómetro pero los equipos de los velocistas -Alpecin-Deceuninck, con la colaboración del Team DSM y Jayco AlUla- no les dejaron coger más de 1´40″. En todo momento parecieron tenerles a tiro, con la ventaja estabilizada durante muchos kilómetros, e incluso reducida a unos 40” en la Cote de Boissieu, donde la carrera se revolucionó.
Intentó saltar Anthony Turgis, luego Quentin Pacher y más tarde Pascal Eenkhoorn. Fue entonces cuando Philipsen saltó a por el neerlandés, se puso a su lado e intentó intimidarle y cerrarle. Los ánimos no se aplacaron y se sucedieron los intentos (Fred Wright, Boasson Hagen, de nuevo Pacher…), pero fue el propio Eenkhoorn quien más perseveró hasta marcharse y conectar con el trío de cabeza, que pasaba a tener dos ciclistas del Lottto Dstny.
Con su llegada la fuga cogió un nuevo brío y su renta creció otra vez por encima del minuto. Con buen entendimiento y mucha calidad en los relevos el cuarteto –grandes rodadores todos ellos- volaba hacia Bourg-en-Bresse desafiando al pelotón: conservaban 50” a falta de 20 km.
Lidl-Trek, pensando en las opciones de Mads Pedersen, y BORA-hansgrohe, para Jordi Meeus, entraron a colaborar con Alpecin-Deceuninck y Jayco AlUla en las labores de caza. La ventaja iba menguando pero detrás no quedaba mucho gas (consecuencia de toda la dureza acumulada durante el Tour) y lo hacía muy poco a poco. Esperaba un fnal de infarto. 22″ a falta de 10 km; 14″ a 5… Entraron en los últimos mil metros con tan solo cinco segundos de adelanto y con Campenaerts vaciándose -con relevos espectaculares- por su compañero Eenkhoorn, la mejor opción para el sprint del equipo belga.
A falta de 450 metros el ex recordman de la Hora se apartó y Asgreen, Abrahamsen y Eenkhoorn midieron las distancias, con los velocistas pisándoles los talones. El danés del Soudal – Quick Step -el más experto de los tres, con victorias en clásicas de prestigio como Tour de Flandes, E3 Saxo Bank o Kuurne-Bruselas-Kuurne-, aguantó con frialdad y se lanzó a falta de 250 metros. Firmó un poderoso sprint con el que daba un alegría a un equipo deprimido por los adversos resultados que estaban teniendo en la ronda francesa, marcada por el abandono de su velocista Fabio Jakobsen.
Es la 12ª victoria como profesional para el ciclista nacido en Kolding (Dinamarca), con la que además prolonga una exitosa racha del Soudal-Quick Step en el Tour: por 11ª edición consecutiva, la Manada de Lobos logra al menos una victoria en la ronda francesa.
Tras Kasper Asgreen cruzaron la meta Pascal Eenkhoorn, Jonas Abrahamsen, y a rueda de éste, dando tiempo al pelotón, un Jasper Philipsen que sale de la etapa con el gran derrotado. Y no por el resultado.
En un día tranquilo para los favoritos todos llegaron dentro del pelotón principal, por lo que no hay cambio alguno en los primeros puestos de la clasificación general. Jonas Vingegaard vestirá mañana de amarillo un día más. Será su 24º en el Tour de Francia.
Andrey Amador se tomó esta etapa 18, con tranquilidad y así recuperar tras dos exigentes jornadas de montaña, el nacional concluyó en la casilla 106 a 50 segundos de Asgreen y en la general individual escaló dos puestas y ahora es 115.
Mañana viernes la 19ª etapa (Moirans-en-Montagne – Poligny, de 172,8 km) presenta un perfil algo más quebrado que el de hoy, con dos puertos de 4ª y 3ª categoría pero con los últimos kilómetros llanos. De nuevo se prevé una batalla entre los equipos de los velocistas y los aventureros que intentarán ganarles la partida como hoy lo han hecho un cuarteto de valientes.