El italiano firmó su primera victoria profesional en la séptima etapa del Giro d’Italia después de integrar una larga fuga que concluyó con éxito después de 218 kilómetros en el Gran Sasso d’Italia (Campo Imperatore).
La fría jornada transcurrió sin propuestas por parte de los favoritos al título por lo que me mantiene intacta la clasificación general individual con Andreas Leknessund (Team DSM) como portador de la Maglia Rosa.
Davide Bais (EOLO-Kometa), Henok Mulubrhan (Green Project-Bardiani), Simone Petilli (Intermarché) y Karel Vacek (Corratec-Selle Italia) obtuvieron libertad para conformar la fuga desde la partida en Capua, alcanzando rápidamente más de diez minutos de diferencia frente al lote líder, situación que convertía a Petilli en líder virtual.
Camino a Roccaraso, Henok Mulubrhan cedía, dejando a sus tres compañeros en cabeza de carrera mientras la diferencia seguía ampliándose, tendencia que prevalecía en Calascio con un margen de nueve minutos.
Los tres invitados asumían su papel protagónico en la cima del Gran Sasso con una primera propuesta de Simone Petilli que era contrarrestada por Davide Bais quien finalmente alcanzaba su cometido, alcanzando su primera victoria profesional en la Corsa Rosa, la segunda en la historia del EOLO-Kometa en el Giro d’Italia, después del triunfo de Lorenzo Fortunato en el Monte Zoncolan en 2021.
La octava etapa del Giro d’Italia será tendrá otro extenso trayecto entre Terni y Fossombrone (207 km) con tres puertos de montaña en los últimos 50 kilómetros.
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