Los costarricenses Gabriel Rojas (Essax) y Dylan Jiménez (Lizarte) ya están listos para afrontar este jueves la Vuelta a Bidasoa que se extenderá hasta el sábado con tres días super exigentes y donde tendrán labores distintas, Rojas buscará pelear por la general y Jiménez acompañar a Pablo Castrillo favorito de la prueba.
El perfil de las etapas será similar que el de las ediciones pasadas. La carrera arrancará con una jornada de poco más de 100 kilómetros que cuenta con el único de los finales en alto, la ya tradicional subida en la Bidasoa Itzulia a Irrisarri Land, de tercera categoría.
Etapa 1 Irún – Irisarri Land; 104,2 km (jueves, 5 de mayo)
Suele ser día de mucho control para jugarse todo entre los gallos en las rampas finales con un último kilómetro al 9% y pendientes máximas del 13% a pocos metros de la línea de llegada, en las que que se puedan hacer diferencias, siendo en algún año decisivas en la general final. Antes de esta ascensión definitiva, esta primera etapa, a priori, debe de ser una de las etapas más llevaderas para los ciclistas, ya que solo deberán enfrentarse a otro puerto de tercera como el Alto de Ziga (3ª categoría-km 62,5). En torno a esta primera subida también se repartirán los primeros puntos de la clasificación de las metas volantes en los dos pasos por la localidad de Elizondo (km 42,4 y km 70,5).
En los kilómetros previos a la última ascensión la concentración es vital, ya que en alguna ocasión la alta velocidad sumada a los nervios del primer día, han supuesto caídas tumultuosas, dejando fuera a alguno de los favoritos al triunfo.
Etapa 2: Hendaia – Hondarribia; 119,4 km (viernes, 6 de mayo)
Al día siguiente los ciclistas sufrirán de nuevo en la parte final de la jornada, ya que deberán hacer frente a la dura y mítica ascensión de Jaizkibel (1ª categoría-km 109,9), si bien en este caso la etapa no acabará arriba, sino que el paso por la cima estará a escasos 10 kilómetros de la meta de Hondarribia a la que se llegará tras un vertiginoso descenso.
La mítica ascensión de la Clásica de San Sebastián, con sus 9 kilómetros con pendientes muy mantenidas al 6-7% en su tramo final, suele servir para adelgazar mucho el grupo de favoritos que luego pugnarán por el triunfo, aunque rara vez un ataque aquí ha servido para llegar victorioso a meta, aunque está claro que si se prueba en la parte final de la subida y se pasa por el alto con una pequeña renta podría ser más que suficiente para llegar destacado a Hondarribia.
Con salida desde Hendaia, es decir suelo francés, harán camino siempre ascendente y con continuos repechos, para hacer frente de nuevo al Alto de Ziga (3ª categoría-km 42,1), y a las metas volantes en Bera (km 10,5 y km 76,2), antes de regresar a la costa y vérselas con Jaizkibel.
Etapa 3: Irún – Irún; 77,3 km (sábado, 7 de mayo)
Última jornada de esta Vuelta a Bidasoa, siendo un calco a lo vivido hace tres años con el decisivo puerto de Erlaitz (1ª categoría-km 58,2), a menos de 20 kilómetros de meta, lugar en el que Carmelo Urbano se lanzó con éxito a por el cetro de la carrera.
Esos 4 kilómetros de Erlaitz a más del 10% de media, con paredes del 16%, estará precedido por otra trampa como es el Alto de San Martzial (2ª categoría-km 49,7), que seguro se hará a un ritmo elevadísimo llegando un reducidísimo grupo de ciclistas a las faldas de la última subida.
La jornada es mucho más corta que las tres anteriores, ya que apenas llega a los 77 kilómetros, pero su trazado hace que sea la jornada más dura y decisiva, ya que los ciclistas deberán hacer frente a cinco puertos, tres de ellos de primera categoría. La salida de Irún es “criminal”, y si algún ciclista pasa por un mal momento aquí puede despedirse de todo, ya que en apenas 25 kilómetros se encadenan las subidas a Gurutze (3ª categoría-km 6,1), Aritxulegi (1ª categoría-km 16,5), previo paso por la meta volante de Ergoien (km 10,5), y Agiña (1ª categoría-km. 25,1).
No sería raro ver ya aquí ataques de ciclistas que estén pugnando por el triunfo y que cuenten con tiempo perdido en la general, en busca del descalabro del que en ese momento sea el líder, y sobre todo, dejarle sin compañeros. Tras el descenso de Agiña, unos 15 kilómetros más o menos llanos, atravesando la meta volante de Bera (km 38,7), antes de encaramarse al enlazado de los dos últimos escollos de la ronda, las citadas subidas a San Martzial, y sobre todo la exigente ascensión a Erlaitz, también de primera categoría, teniendo el alto a 19 kilómetros de la meta en Irún, discurriendo esa última parte por una zona en la que cazar por detrás se hace realmente difícil.
Participación de lujo la que se dará cita en este regreso de la Bidasoa Itzulia, buscando sumar el nombre a un palmarés con ilustres del ciclismo como Luis Ocaña, Abraham Olano, Carlos Sastre o el tico Andrey Amador.
Con tanta montaña parece obvio pensar en ciclistas escaladores como principales favoritos, y en ese primer escalón aparece la figura de Pablo Castrillo (Lizarte), que está firmando un 2022 excepcional. Tras vencer en el Memorial Valenciaga, y sembrar tres triunfos de postín en el Torneo Euskaldun, el último este pasado sábado en Lazkao, el ciclista oscense parece el gran rival a batir. A su lado contará con la ayuda de extraordinarios corredores como Sinuhé Fernández, el paraiseño Dylan Jiménez, Diego Uriarte y Antonio Nieto.
ambién estará en la línea de salida los dos grandes protagonistas en la Santikutz Klasika, Alejandro Franco (Gomur-Cantabria Infinita), a la postre vencedor, y Davide Piganzoli (Eolo-Kometa). Junto al italiano aparece uno de los bloques más potentes de la carrera, y es que ahí estará otra de las estrellas de lo que va de campaña, el manchego Fernando Tercero, que alzó los brazos en la durísima Aiztondo Klasika, además de David Domínguez o Ramón Fernández.
Mucho gallo también habrá entre los equipos vascos, con el Laboral Kutxa encabezado por sus dos principales espadas como son Xabier Berasategi y Enekoitz Azparren, primero y segundo en el Torneo Euskaldun. Daniel Cavia (Eiser-Hirumet) o Endika Balza y Alex Díaz (Baqué Team), serán otros nombres a tener muy presentes.
Desde territorio navarro no habrá que descuidar las opciones del Telco’m-ON Clima-Osès con el andaluz José Marín en un momento excepcional de forma, o las del Caja Rural-Alea con Abel Balderstone, vencedor de la Vuelta al Guadalentín, única ronda por etapas celebrada hasta la fecha, acompañado por Joseba López o Pablo García.
Buscando dar la sorpresa se asomarán seguro ciclistas como David Delgado (Bicicletas Rodríguez-Extremadura), Pedro Luis Monroy (Supermercados Froiz), o Kaden Hopkins y Gabriel Rojas (Essax), este último triunfador hace un par de semanas en territorio foráneo, al llevarse la general de la Volta a Portugal do Futuro. Precisamente, acabamos con los equipos venidos del extranjero, y es que mucho ojo habrá que tener con los franceses del AVC-Aix en Provence que cuenta entre sus filas con Oliver Knight y Harrison Wood, y con los belgas del Basso Team Flanders liderado por Maarten Van Asbroeck, Jakob Beiriaren y Seppe de Clercq.