Los desplazamientos ciclistas se han reforzado en muchas ciudades del mundo. La bicicleta se está reivindicando como uno de los vehículos que permiten realizar traslados seguros durante la pandemia de la COVID-19.
Algunas ciudades – como Londres, Berlín y Glasgow – han optado por ofertar viajes gratuitos en la red de bicicletas municipales a profesionales sanitarios y al resto de usuarios. Otras – como Bogotá, Budapest y Berlín – han aumentado el espacio de circulación reservado para este vehículo.
En Francia, el Gobierno de Emmanuel Macron está estudiando medidas para potenciar su uso tras el fin del confinamiento. La Ministra francesa de Transición Ecológica, Elisabeth Borne, ha encargado al ex Vicepresidente de transportes del área metropolitana de París, Pierre Serne, la búsqueda de posibles formas de implementar la bicicleta como el principal medio de transporte, según ha informado Le Parisien.
En Alemania, el Ministro de Salud, Jens Spahn, recomendó hace un mes a sus ciudadanos realizar desplazamientos en bicicleta recordando que es una forma de transporte apropiada para mantener el distanciamiento social.
En algunos distritos de Berlín se ha optado por ensanchar el espacio de los carriles bici de forma temporal para permitir a sus usuarios mantener la distancia de 1.5 metros de seguridad, aprovechando que el tráfico se ha reducido debido a las restricciones impuestas durante la pandemia.
Esta medida ha tenido buena acogida entre los colectivos que apuestan por desplazamientos ecológicos y ya han lanzando una campaña para que se extienda a otras ciudades, según informa The Guardian. En este país, los talleres de reparación de bicicletas no se han visto afectados por las restricciones impuestas por el Gobierno y continúan abiertos.
REIVINDICAN EL PAPEL DE LA BICICLETA
Decenas de investigadores alemanes especializados en salud física, salud mental y movilidad publicaron el 31 de marzo una carta abierta en la que coincidían con la idea planteaba por Serne, recordando que andar o ir bicicleta contribuye a “evitar el riesgo de infección”, por lo tanto requieren a las administraciones que realicen “rápidos ajustes en la infrasestructura”, llegando a apostar por reducir los límites de velocidad para evitar accidentes de tráfico.
Freire considera que la bicicleta “puede tener un papel fundamental en la salida de la crisis” sanitaria. Como consecuencia de este rol, espera que “se refuerce su uso en el futuro”. “Muchos ciudadanos van a descubrir un servicio ágil, seguro y que te permite moverte por las ciudades de forma fácil”, insiste.
Desde la Federación Europea de Ciclistas destacan la actuación del Ayuntamiento de Bogotá. En la capital de Colombia, que ya disponía de 550 kilómetros de infraestructura ciclista, a mediados de marzo se le han añadido de manera temporal 117 kilómetros más.
En Budapest también han abogado por la creación de carriles temporales, la administración de la capital húngara destaca que durante la emergencia sanitaria quieren ayudar a sus residentes a llegar al trabajo y mejorar el acceso a instituciones sanitarias. Desde la administración municipal también avisan de que estas vías permanecerán operativas hasta septiembre, aunque si la experiencia resulta positiva algunas “podrán llegar a ser permanentes después del final de la pandemia”.
Teniendo en cuenta las experiencias internacionales, Laura Vergara, Coordinadora española en Defensa de la Bici ConBici, reivindica que esta forma de transporte es “una aliada” durante la emergencia sanitaria. “Sirve como medio de transporte que descongestiona los servicios colectivos. Además, es una forma de autocuidado, las personas que los utilizan cuidan su estado mental y físico. Sobre todo, para el personal sanitario nos parece muy importante”, insiste.
Otro de los modelos por el que se ha optado ha sido la promoción de los servicios de alquiler. Freire, que vive en Bruselas, explica que en esa ciudad la flota de bicicletas eléctricas Billy facilita su servicio de forma gratuita a todos los empleados del sistema sanitario y ofrece los primeros 15 minutos de forma gratuita al resto de usuarios.
En Glasgow, el Ayuntamiento ha llegado a un acuerdo con la compañía Nextbike para que los trabajadores sanitarios también puedan desplazarse de forma gratuita. Londres ha emprendido la misma medida. Sin embargo, Berlín ha ido más allá y durante el último mes ha extendido esta medida a toda la población, de esta forma la administración abona los primeros 30 minutos de desplazamiento en bici.
A falta de datos concretos, Freire asegura que “actualmente en países como Alemania, Holanda o Bélgica hay más personas desplazándose en bicicleta que andando”. “En todo el mundo va a haber un aumento del uso de la bicicleta”, vaticina el portavoz de la Federación Europea de Ciclistas, que a su vez apunta que “no le extrañaría que el uso modal de este vehículo sea más alto que el resto de medios de transporte públicos” durante las medidas internacionales de confinamiento.
Nota ElDiario.ES