El año 2020 apuntaba a ser el año del regreso de Tom Dumoulin a la primera línea del ciclismo en su primera temporada como profesional fuera del Sunweb tras ocho temporadas en el equipo.
Sin embargo, el ciclista de Maastricht aún no ha podido debutar en esta campaña ya que sufrió unos parásitos en el mes de enero y luego vio cómo se detenía el calendario ciclista por la pandemia de coronavirus.
En una entrevista al medio neerlandés AD, Dumoulin valoró cómo ha sido su llegada al Jumbo Visma, donde compartirá equipo con otros ciclistas como Primoz Roglic o Steven Kruijswijk. «Verdaderamente cuando llegué al equipo siento que llegué al Real Madrid del ciclismo. Y además es un equipo holandés. No puedo pedir nada más».
La presencia de Kruijswijk y Roglic es uno de los motivos que llevaron a Dumoulin a firmar por el Jumbo-Visma. «Quería ir a un equipo en el que no fuese el único líder todo el año. Tanto Steven, como Primoz como el equipo y yo tenemos un objetivo: ganar el Tour. Hay que aceptar que durante la carera uno de ellos pueda ser mejor. Seguro que tendremos discusiones y toques de atención o critique a Primoz por atacar cuando yo iba mal. Pero saldremos todos con el mismo objetivo. Si Roglic es el más fuerte, lo aceptaré. Tenemos un gran equipo para controlar la carrera».
Dumoulin también habló de las razones que provocaron su salida del Sunweb. «Me dolió la salida de Simon Geschke y Laurens Ten Dam. Tenían mucha experiencia y me ayudaban mucho en montaña. Tras el Tour de 2018 supe que se iban. Nadie me lo comentó. Desde entonces miré al equipo de forma distinta. Lo hablé con Iwan Spekebrink, el jefe del equipo y le pregunté que cómo íbamos a crear un ambiente de equipo antes de una gran vuelta cuando hay tantas diferencias. Eso nos afectó a los dos, fue muy desagradable».
Dumoulin prepara su debut con el Jumbo-Visma en su casa, donde pasa el confinamiento por el coronavirus, una enfermedad que su mujer combate en primera línea en el hospital. «Mi mujer trabaja como psicóloga en el hospital desde enero y suele tratar a pacientes. Ahora está como enfermera y tiene dificultades para lidiar con la situación. El personal no estaba preparado para esto y nosotros tampoco». El neerlandés manifestó sus sentimientos en la actualidad y el difícil periodo por el que pasó tras la lesión de rodilla que se produjo en el pasado Giro de Italia, que le ha impedido competir (no toma la salida en una carrera desde el Dauphiné, donde abandonó en la séptima etapa).
«Ahora mismo me siento sin trabajo. No entreno muy duro porque no puedo salir a rodar. Pero aún me siento ciclista. El año pasado tuve más presión y en parte fue bueno que me distanciara del pelotón y me preguntase qué me gusta y qué no. Me sirvió para responder a estas preguntas. Mi cuerpo no ha respondido este último año. No sólo por la lesión de rodilla o los parásitos que tuve en enero. Vengo de un periodo decepcionante, fue un golpe mental. No perdí la esperanza, pero me pregunté si volvería a rendir al máximo».