Recientemente el periódico español marca.com, publicó una noticia sobre una queja de Alberto Contador durante el Tour de Francia en el 2009, donde arremetió contra su ex compañero Lance Armstrong y sobre su director deportivo Bruyneel.
Sin embargo las reacciones de los afectados no se hicieron esperar y ahora parece que esta «guerra»no termina.
Han pasado once años desde que Alberto Contador se llevara su segundo Tour de Francia. Aquel verano, su rival más exigente estaba en casa. Fue una ronda durísima para el pinteño. Tuvo que compartir liderazgo con un Lance Armstrong que volvía al ciclismo tras tres años fuera de la carretera.
El estadounidense anhelaba el protagonismo que le permitía reclamar sus siete amarillos, mientras que el español ya era por aquel entonces el mejor corredor del momento.»Por eso la rueda de prensa previa al inicio de la carrera la di solo con él y no con Lance», recuerda ahora Johan Bruyneel.
«Antes de empezar la ronda fui a hablar con Lance directamente a su habitación y me dijo: ‘Para mí es mejor que ganes tú el Tour a que gane yo’. Eso fue el día antes de la primera contrarreloj. Luego vi que puso por Twitter: ‘Mañana en la contrarreloj veremos quién es el líder'», recordó recientemente el madrileño en una entrevista con Valentí San Juan.
En dicha conversación, que ha dado la vuelta al mundo, también refrescó la reunión más complicada que vivió nunca tras una jornada donde se había puesto líder: «Al día siguiente dijo Johan si alguien tenía algo que decir. Armstrong señaló que yo no había respetado la táctica del equipo. Le corté: ‘Si tú quieres respeto, eres el primero que tienes que darlo. Me lo has faltado a mí desde el principio de año como a todo el equipo’. Me cortó él y dijo: ‘OK, Pistolero’. Después, todos bajaron del autobús y nos quedamos solos. Se acercó y me dijo: ‘Don’t fuck me’ (no me jodas)».
Según la versión de Contador, el equipo y el director (Johan Bruyneel) se pusieron de lado del americano. Tanto es así que le cortaron en una etapa, no le dejaban atacar e incluso le dejaron sin ruedas lenticulares para la crono «porque sólo había dos y eran para Armstrong». Se las tuvo que comprar a otro equipo para poder disputar aquella crono de Mónaco. Su bici la guardaba en la habitación del mecánico. También vigilaba su comida. No se fiaba de nadie.
Un actitud que el director ve desproporcionada: «Es cierto que guardaba la bici en la habitación de Faustino, su mecánico. Pero era por paranoias suyas. ¿En qué cabeza cabe que le íbamos hacer algo a su bici? Si se aisló es porque quiso, tres o cuatro personas de su entorno le aconsejaron mal. Él ya era un campeón pero también joven, por eso se lo disculpo. Respecto a las ruedas, las de Lance eran diferentes porque él tenía libertad por contrato -ese año corrió gratis- a la hora de elegir algunos componentes. No es que tuviéramos sólo dos bicis como dice, teníamos 40».
La visión de sus compañeros
«No me quiero posicionar, pero todo lo que cuenta Alberto ocurrió de verdad. El día que tiramos para Lance mientras Contador se estaba quedando, yo le pregunté varias veces a Popovych si era esa la orden, porque estaba en mi primer año y no entendía bien el inglés», dice a MARCA Haimar Zubeldia, el único español en aquel equipo. A última hora dejaron fuera a Benjamín Noval para meter a un «ciclista neutral» como Gregory Rast. «Fue el único encontronazo que tuve con Johan, me sentó mal en ese momento pero no le guardo rencor. Fue un gran director, un estratega», nos cuenta el asturiano.
Finalmente, Contador demostraría su fortaleza y acabaría abrochándose el maillot amarillo. En el cajón de los Campos Elíseos le acompañaría Armstrong, que fue tercero (tras la confesión le quitarían el podio como sus 7 victorias en el Tour). Lance, por su parte, no ha querido entrar en la polémica, simplemente ha reconocido que venció el mejor: «Hubo un pequeño revuelo en el mundo del ciclismo sobre una entrevista reciente que hizo Alberto Contador y me han pedido que responda, pero realmente no hay comentarios. Lo que diré, y supongo que es un comentario, y por eso lo diré, es que el mejor hombre ganó en 2009».
La versión de Contador no le gustó nada a un Bruyneel que, «después de once años en silencio», explicó para ‘El Leñero’ su versión.
Sin favores a Lance
«Mi máximo objetivo era ganar el Tour, mi mayor miedo era perderlo por nosotros mismos. No es real que dijera de ir despacio en Andorra como señaló Alberto, fue toda una táctica de equipo dibujada esa mañana en el bus y no el día de antes. En aquella etapa mi primera orden era que no podíamos coger el amarillo y la segunda que teníamos que ir a bloque.. Alberto atacó en el último puerto cuando tiraba nuestro propio equipo con Kloden, que ahí perdió el podio. Si agarraba el amarillo en Andorra perjudicaba a todos y atacó sin avisar esa mañana en el bus ni luego en plena carrera, de ahí el enfado de la gente empezando por Kloden», se justificó.
Si Contador iba ‘a su bola’ era porque quería, según Johan: «Se dijo que en Annecy no lo llevamos a hacer el recorrido, cuando él decidió por su cuenta acudir con su hermano». Su conclusión coincide con la versión de los tres implicados: «Fue un Tour complicado, pero ganó el más fuerte».