La UCI hizo oficial el pasado miércoles la suspensión del ciclismo hasta, como mínimo, el 1 de junio. Pero la actividad en los despachos no se detiene ya que ahora es momento de mover fechas, reestructurar calendario y encajar las carreras más importantes en una temporada ya de por sí maltrecha a causa del coronavirus.
Lo que hasta ahora se sabe con certeza es que la UCI dará prioridad a los cinco ‘monumentos’ del ciclismo (Milán-San Remo, Tour de Flandes, París-Roubaix, Lieja-Bastoña-Lieja y Giro de Lombardía) y a las tres grandes vueltas en detrimento de otras carreras de menor envergadura, con tal de preservar las citas más importantes y de mayor prestigio. No obstante, tal y como apunta desde Italia La Gazzetta dello Sport, los cambios de fechas que estarían sobre la mesa perjudicarían a la Vuelta a España, ya que su próxima edición podría verse recortada.
Así las cosas, el medio italiano informa de que la nueva fecha del Tour de Francia (cuyo director, Christian Prudhomme, ha asegurado que no piensa celebrar la carrera sin público) sería del 25 de julio al 16 de agosto, mientras que el Giro también mantendría sus 21 etapas del 3 al 25 de octubre al confirmar recientemente que no saldría de Hungría. ¿En qué situación quedaría la Vuelta? Según La Gazzetta, la próxima edición de la ronda española tendría lugar una semana después de la conclusión del Tour y ésta sería recortada, menos de las tradicionales 21 etapas. La teoría que se baraja es que la Vuelta tendrá casi imposible partir de los Países Bajos (concretamente en Utrecht), donde tienen lugar las tres primeras etapas de la próxima edición, por lo que al perder tres o cuatro días de competición la carrera quedaría reducida (arrancaría el martes 18 de agosto).
Entre tanto, la Vuelta sigue programada del 14 de agosto al 6 de septiembre, y tal como pudo saber AS, no hay ninguna intención de buscarle otras fechas. «Vamos a defender siempre a la Vuelta. Y es que además, en este caso, la carrera española es la que tiene fechas fijadas, tendrá que ser el Giro el que busque el momento de celebrar la prueba», explicó el pasado miércoles José Luis López Cerrón, presidente de la RFEC. Por último, desde Italia también apuntan a que una de las primeras citas que reanude la temporada debería ser la Milán-San Remo, una de las primeras clásicas de primavera que fue cancelada por el COVID-19, mientras que el Giro de Lombardía pondría el cierre al curso, bien el sábado 31 de octubre o el 7 de noviembre.