El pedalista nacional Andrey Amador, culminó la etapa 7, de la Vuelta España con bien en una jornada complicada entre Puerto Lumbreras y Pozo Alcón en una largada de 185.5 kilómetros etapa que fue ganada por el francés del AG2R, Tony Gallopin seguido por Peter Sagan y Alejandro Valverde. Por su parte el nacional Andrey Amador ingreso a meta en el puesto número 75, a más de 7’52 del Gales del AG2R.
Sigue la fiesta francesa en La Vuelta. Molard se puso líder en Roquetas, Bouhanni ganó en San Javier y en la inédita meta de Pozo Alcón, en la puerta sur del Parque Natural de Cazorla, Gallopin se unió al festival con su primera victoria en la ronda española.
Lo hizo al estilo que le encumbró en 2013 en la Clásica de San Sebastián y en 2014 en el Tour de Francia con la jornada de Oyonnax, un ataque lejano, un pequeño hueco y a aguantar hasta meta. Levantó los brazos con un adelanto de 5 segundos sobre el grupo principal, encabezado por el campeón mundial Peter Sagan (Bora-Hansgrohe) y Valverde, que rebañaron 6 y 4 segundos de bonificación.
En ese grupo no estaba el polaco Michal Kwiatkowski (Sky), víctima de una caída en el descenso del Alto de Ceal. Llegó con un retraso de medio minuto y pasó al sexto puesto de la tabla, que siguió encabezada por Molard, seguido de Valverde a 47 segundos.
Fue una llegada muy española, con cinco corredores entre los diez primeros, ya que también se metieron al frente: Eduard Prades (Caja Rural-Seguros RGA), Omar Fraile (Astana), Ion Izagirre (Bahrain-Merida) y Enric Mas (Quick-Step Floors).
Otra jornada marcada por el calor, de desgaste, con dos puertos de tercera, señalada para los sprinters, entre ellos Valverde y Sagan, que no clavaron el pronostico porque lo impidió un corredor valiente de 30 años, con experiencia, hijo de ciclista y sobrino del director Alain Gallopin.
Y lo evitó Gallopin, por fin con un trago dulce después de un año fatídico por una caída en el Campeonato de Francia, cuyas secuelas le supuso el abandono en el Tour. Toda una compensación para el ciclista de Dourdan, casado con la ciclista Marion Rousse, quien le felicitó en Twitter. «Maldita sea! Un año tan malo, pero está ahí esta hermosa victoria!. Bravo Señor, tan bien merecido!», decía el mensaje.
Para vivir un desenlace emocionante hubo que anular una fuga de 7 corredores que aguantaron una larga cabalgada hasta el segundo y último ascenso, donde se alborotó `el gallinero´. Alexis Gougeard (Ag2r La Mondiale), Michael Woods (EF-Drapac), Floris De Tier (LottoNL-Jumbo), Nicola Conci (Trek-Segafredo), Edward Ravasi (UAE Emirates), Alex Aranburu (Caja Rural-Seguros RGA) y Óscar Rodríguez (Euskadi-Murias) fueron los animadores.
Movistar, buscando oro para Valverde, tensó en los 4,5 kilómetros de ascenso al Alto de Ceal, lo que terminó de arruinar la fuga del día. Subiendo atacó el canadiense Michael Woods, sin suerte, ya que fue neutralizado a 500 metros de la cima, situada a 12 kilómetros de Pozo Alcón, localidad jiennense a los pies de la Sierra de Cazorla, Segura y las Villas, tierra donde el agua marca el contraste paisajístico por sus numerosos arroyos y fuentes.
El descenso, peligroso, por una carretera parcheada, marcó el desenlace de la etapa. Kwiatkowski y Richard Carapaz (Movistar) se estamparon contra el asfalto. El polaco puso alas a sus rivales directos de la general. Aquí todo el mundo aprovecha las oportunidades.
A 5 de la raya final atacó Jesús Herrada (Cofidis), se pusieron a perseguir unos cuantos corredores, con Nairo Quintana (Movistar), Valverde y Miguel Ángel López (Astana). Entre ellos viajaba Gallopin, quien no deseaba jugársela al sprint con Valverde o Sagan.
El francés alcanzó a Herrada, le dejó plantado e inició una contrarreloj hacia la victoria. Ya nadie le vio el pelo. Resistió con un puñado de segundos. Los suficientes para romper el pronóstico, batir a ilustres como Valverde y Sagan y entrar en la historia de La Vuelta. Un mal año se arregló en Pozo Alcón, por donde Gallopin voló hacia su primera etapa en La Vuelta.
La Vuelta a España continuará este domingo con la disputa de su octava etapa, de 195,1 kilómetros entre Linares y Almadén.