El costarricense Andrey Amador (Movistar Team) roza los tintes épicos y de historietas que elevan su nombre en el pelotón, los cuales sacan a relucir las mejores referencias del tico en las palabras de Mikel Landa, de Eusebio Unzué y por su puesto de la prensa extranjera internacional.
Para el gladiador tico no bastó la primera semana cuando se echó a cuestas a Nairo Quintana que enfrentaba en la primera etapa una avería mecánica, tampoco la épica en Roubaix allí cuando siempre apuntó a salvar a sus líderes cerrando cualquier hueco con la cara al aire, como él lo describe en una entrevista a Crciclismo.
La etapa 14 con final en el aeródromo de Mende le trajo un mal sabor de boca, pero allí siguió siempre inflando el pecho, con humildad aceptó el error de no haberse hidratado bien, los calambres hicieron temblar sus piernas, pero no su coraje.
A pesar que las oportunidades de victoria de etapa se agotaban en la escuadra telefónica, Andrey salió en la etapa entre Carcassonne y Bagnères de Luchon con muchas balas en su arsenal batiéndose con Alaphilippe, Yates, Ion Izaguirre, entre otros a librar una batalla junto con su compañero Marc Soler, parecía que era posible el triunfo pero el desgaste en el Tour de Francia ya estaba consumado y sus maquinaria no tenia el suficiente gas para luchar con otros ciclistas más descansados.
El miércoles todo hacía presagiar un buen día y vaya si que lo tuvo, su equipo de sacudió para llevarse la victoria de la etapa entre Bagnères de Luchon y el Col Du Portet, pero la imagen del día del quedó inmortalizada para Costa Rica, allí cuando Andrey entregó una de sus llantas a su líder Nairo Quintana.
Pero el tico no se detuvo para hoy meterse en la fuga del día y vaciarse en el descenso del Tourmalet por Mikel Landa reduciendo a cero la diferencia de los punteros con respecto al grupo de Mikel Landa, y no todo acabó allí Andrey siguió en el Col de Borderes tirando a tope para aumentar la diferencia de 2 minutos 58 segundos hasta los 3 minutos 30 segundos con respecto al grupo del líder Geraint Thomas.
El trabajo estaba concluido ya sus piernas pagaron el derroche de calidad y esfuerzo, su corazón empezó a entregar bidones y alimento del que tenía a otro ciclistas del lote, tal y como lo describió la Cadena Ser.
Las palabras retumban por todos lados, el gladiador, el animal o la máquina como lo llamó Mikel Landa mostró todo su potencial en este Tour de Francia engrandeciendo la labor de un equipo que se lleva una etapa, la Clasificación por equipos y el reconocimiento al trabajo de Andrey Amador.