El ciclista francés Arnaud Démare (Groupama-FDJ) dijo que su victoria en la decimoctava etapa del Tour de Francia, en Pau, fue «una gran recompensa» al trabajo que hizo el día anterior y se la dedicó a su mujer, su familia y sus amigos.
En la complicada etapa que finalizó en el Col du Portet rodó desde el comienzo en la cola de la carrera en un trabajo que no fue baldío para evitar llegar fuera del tiempo límite con respecto al ganador y evitar la expulsión de carrera.
«Ayer no luché por nada, la victoria ha sido una gran recompensa. He pasado por momentos difíciles, pero realmente quería llegar a los esprints finales y jugar mis cartas. Siempre he creído en mí mismo y en mis posibilidades de ganar en este Tour», aseguró.
También recordó que para los velocistas el final en Pau era la última oportunidad «antes de los Campos Elíseos», por lo que destacó que «ganar hoy es genial» para su «motivación».
Sobre el desarrollo del esprint, explicó que fue «muy rápido después de una etapa rápida» y que el trabajo de su compañero Jacopo Guarnieri fue escelente. «Estaba bien ubicado y creía que podía ganar. El trabajo que ha hecho el equipo para preparar el esprint ha sido perfecto», subrayó.
Démare, que ha sumado su segunda etapa en la carrera gala, afirmó, sobre las críticas que recibió por su actuación en la etapa que terminó en el Col du Portet: «La gente que me conoce sabe lo mucho que he entrenado para el Tour de Francia y para alcanzar este objetivo. Por eso estoy tan feliz hoy».