* Conozca a fondo a Joseph Ramírez, quien es protagonista en su primera Vuelta a Costa Rica
Rebelde, inquieto, incansable, atrevido, impulsivo, hablantín, rockero y multifacético. Así es Joseph Ramírez, ese ciclista del Team CMS Prefabricados San Carlos Hyundai que descubre sobre el asfalto los secretos de la Vuelta a Costa Rica mientras se convierte en uno de los protagonistas muy activos en esta edición 2024 del giro a la tica, en un recorrido de exigencia total.
Hijo de Romain Ramírez y Priscilla Venegas, este oriundo de Esquipulas en Palmares tiene un estilo diferente y él mismo sabe la razón.
Antes de aventurarse a probar suerte en el ciclismo de ruta, lo suyo siempre fue el ciclismo de montaña (MTB) y el ciclocross; un gusto heredado de su papá. El joven que lidera la clasificación Sub-23 de esta Vuelta y que está metido de lleno en la pelea por la general se crió entre bielas y pedales, viendo a Romain Ramírez en carreras. Hoy ese padre se convirtió en el mecánico, en el mejor amigo, en el confidente y en el que acompaña siempre a Joseph Ramírez.
Pero lo curioso fue que se inclinó por el ciclismo después de hacerle caso a José Miguel Chacón, porque antes de eso, en algún momento practicó baloncesto de una manera más seria, incluso tuvo la opción de que si quería tener una beca para jugar con un colegio. Incluso se ríe, porque a pesar de que era el de menos estatura, jugaba de poste, al presentar un salto muy bueno.
“Yo soy ciclista y cualquiera pensaría que yo me siento a ver el Tour de Francia o las Copas del Mundo y no soy muy dado a ver deportes en general. Me gusta más practicarlos, la verdad”, relató Joseph Ramírez en charla con CRCiclismo.
Los estudios no le costaban, pero debido a las competencias sí tenía que faltar a clases algunas veces. Recuerda con pesar que algunos profesores le decían que para qué practicaba ciclismo de esa manera, porque eso no lo iba a llevar a ningún lado.
Verlo correr resulta llamativo por ser tan impulsivo, reflejando que siempre va como acelerado, con el prototipo de un esprinter.
“Es interesante, es que creo que también uno va como en esa intensidad, también parte del MTB; creo que por eso traigo esa intensidad de querer ir todo el día a tope. Muchas veces me dicen: ‘Pero tranquilo, respire, disfrútelo’. Y creo que en parte, para mí el disfrutarlo es eso, el vivirlo, el sentirlo, el saber que puedo, hasta dónde puedo llegar. Al final es como ir todo el tiempo a querer llevar el cuerpo al límite, de llevarlo, que siempre salga bien”, explicó.
Su aventura en el ciclismo y que tiene la pinta de una carrera muy prometedora ya lo hizo caer en cuenta de que las cosas muchas veces salen bien; otras veces no tan bien, y otras veces salen mal.
“El año pasado, por ejemplo, no tuve un año tan fuerte y aprendí mucho del campeonato nacional de MTB, que ahí no tuve las mejores sensaciones. Y es como de esas derrotas que vienen a aportar, ¿verdad? Al final vienen a aportar para un año bueno, como es este. Hemos tenido un año con bastantes logros”.
Recordó que una vez Eduardo Garita, uno de sus impulsores, lo quería matar por una situación que pasó la noche previa a una carrera, producto de esa intensidad y esa energía que muchas veces le cuesta controlar. Por andar acelerado, terminó con ocho puntadas en la frente y otra cicatriz más en la boca.
“Estábamos comiendo y de postre nos daban helado. Y venía yo jugando con Harrison Solórzano, no sé si se acuerdan. Me pongo yo a subir las escaleras corriendo y hago un movimiento y le doy a una viga. Yo tenía brackets y de eso también me quedó la cicatriz, me salió al otro lado del labio; pero siempre corrí”, narró.
Una característica particular de Joseph Ramírez
¿Qué tanto va conversando Joseph? ¿No volverá locos a sus rivales? ¿O será parte de la estrategia de volverlos locos?
“No, no, creo que ya es como parte de mi personalidad, digamos, como… A veces me cuesta estar tranquilo, como quietito. También uno llega tal vez a liberar tensión a algunos corredores también. Porque mucha gente a veces siente esa tensión de, ¿qué va a pasar? ¿Para dónde me voy? ¿Me muevo? ¿Dónde me quedo? Porque al final se genera ese estrés. Y para mí también hay estrés. O sea, al final uno se le carga el cuello y empiezan esos dolores. Entonces creo que también es como parte de liberar ese estrés, de relajarse, de decir, nada pasa”, respondió el ciclista de 22 años, quien ve eso como parte de su ritual dentro de carrera.
Además, tiene una particularidad más y es que suele correr bastante solo, aunque eso no implica que tenga dificultades de trabajar en equipo. Es más, ni siquiera pone peros si le toca tirar del pelotón.
“En el MTB uno va y fluye solo. Creo que es curioso, porque en mi primer año en Sub-23, yo gané Vuelta a Nicaragua. Yo no tuve dificultades para correr por equipo. Tenía ese mismo problema de intensidad, Daniel Bonilla me decía, tranquilo, nosotros lo vamos a llevar, aquí o ganamos con usted o morimos con usted. Tenía una forma física muy buena, pero el cuerpo no estaba tan bien desarrollado como ahora”, indicó.
Y agregó: “A mí no me da miedo tirar en la fuga. Alemán (Alexánder Sánchez) me decía: ‘Guárdese, guárdese, llévala al suave, llévala al suave’. Y yo le decía: ‘Tranquilo que todo va a salir bien, yo sé que yo puedo’, y es interesante”.
También notó algo parecido en el ciclocross, ahora que estuvo en Bélgica y se le dio la oportunidad para el campeonato del mundo.
“Yo iba a salir de último, como siempre, no teníamos puntos (ríe…). Y se volvió una carrera fácil al principio, digamos. Estamos hablando que yo salí de último y de pronto estaba peleando el top 15. Y yo dije: ¡Wow! Pero llega a pasar que se me daña la bicicleta y yo corría con una sola bicicleta. Perfectamente pudo ser hasta el top 10. Di media vuelta caminando, me dieron una bicicleta prestada y terminé”, destacó.
Agradecido por todo lo vivido en El Colono y en Specialized, el futuro no lo presiona, sino que se enfoca en el presente y aunque ha tenido ofertas de otros equipos, ¿por qué no ha dado el fichaje?
Para responder eso dijo que viene a ser un tema un poco de todo. Admitió que se le han acercado, pero como que no se ha llegado a un acuerdo como tal en algo que él cree que debería ser un ganar y ganar.
Joseph Ramírez tiene un trabajo con José Miguel Chacón, en el que entrena personas de una forma más recreativa.
“Siempre le voy a agradecer a Carlos Campos de Specialized, que me apoyó bastante desde pequeño durante todo el proceso y me acompañaron, o sea, me acompañaron juveniles y Sub-23 y espero que eso los haya retribuido. Se logró la Vuelta a Nicaragua, los campeonatos nacionales de MTB élites, alguna que otra carrera; entonces, al final yo creo que fue como un acuerdo de eso y ojalá que él lo vea de la misma manera”, expresó Joseph Ramírez.