La escena de Remco Evenepoel consumiendo cetonas en el Giro de Italia revivió la polémica sobre esta sustancia. En el equipo de crciclismo hay posiciones encontradas con respecto al tema.
Parecía una ‘simple’ imagen, aunque terminó por convertirse en una tema de debate mundial. La escena del ciclista belga, Remco Evenepoel, consumiendo cetonas después de cada etapa del Giro de Italia generó múltiples comentarios y cuestionamientos.
Esta sustancia es vista con suspicacia, pues se encuentra en una ‘zona gris’. Es decir, es permitida por la Agencia Mundial Antidopaje, pero desde la perspectiva de algunos especialistas debería prohibirse, pues ofrece beneficios en el rendimiento del corredor.
El uso de cetonas también genera criterios encontrados entre el equipo de periodistas de crciclismo: ¿Si un ciclista consume esta sustancia se está dopando o no? Cada periodista expuso su criterio.
Pero, ¿cuál es su punto de vista? Lo invitamos a dejar su posición y debatir con nosotros a través de nuestra cuenta de Facebook.
- Steven Mora, director de crciclismo: «El uso inadecuado de la cetona va en contra del primer y segundo ‘mandimiento’ de la definición de dopante».
La definición de sustancia o método dopante de la AMA se basa en los siguientes puntos, cuando se aplica al cuerpo humano del ciclista:
Que mejore el rendimiento deportivo.
Que sea perjudicial para la salud.
Que viole el espíritu del deporte.
Las cetonas son una sustancia química que sirve para quemar grasas en el organismo en ejercicios de baja intensidad e incluso prolongados. Ciertamente, tener algunas cetonas en la orina es normal, pero los niveles altos (conocidos como «cetonuria») pueden ser dañinos para el cuerpo y provocar una afección potencialmente mortal, llamada «cetoacidosis».
Por otro lado, las bebidas que contienen cetona tienen la capacidad de incrementar el rendimiento físico y reducir la producción de ácido láctico en atletas profesionales. Esto según los estudios realizados por la Universidad de Michigan y la Universidad de Berkeley.
Bajo este parámetro, el uso inadecuado de las cetonas va en contra del primer y segundo mandamiento de definición dopante: «Que no mejore el rendimiento deportivo» y «que sea perjudicial para la salud».
- José Steller, periodista de crciclismo: «No se trata de una sustancia dopante, se trata de un suplemento alimenticio»
La cetona es producida por nuestro cuerpo de forma natural en el hígado. Según investigaciones se trata de una fuente de energía mucho más efectiva que los carbohidratos, ya que fomentan la quema de grasa y preservan el músculo.
Según estudios universitarios las cetonas lo que hacen es repartir el combustible de una forma más eficiente en nuestro cuerpo.
Esto hace que el glucógeno se consuma de una forma más efectiva ayudándonos en los esfuerzos de larga duración y al mismo tiempo reduce el ácido láctico, algo que siempre está presente en el ciclismo, más en grandes pruebas como el Giro de Italia y Tour de Francia.
El uso de cetonas en el ciclismo no está prohibido por ningún organismo contra el dopaje porque no se trata de una sustancia dopante. Se trata de un suplemento alimenticio.
Aún no hay evidencias científicas suficientes que demuestren que se trata de una bebida que realmente puede ayudar a los ciclistas a mejorar su rendimiento y recuperación como para que se considere una sustancia dopante, por lo que para mí si es correcto utilizarla.
- Marisol Toro, periodista de crciclismo: «Lo que tampoco es nuevo, son “los pañitos de agua tibia” que le da al tema la ‘UCI’ a aquellos temas que ponen en tela de juicio a las grandes estructuras ciclísticas»
Sobre la polémica suscitada nuevamente por una imagen del exlíder del Giro de Italia, Remco Evenepoel (Soudal Quick-Step), ingiriendo Cetonas, considero que, como en muchas otras polémicas sobre sustancias prohibidas y permitidas, los vacíos en cuanto a demostración de su efectividad o no, y la lentitud de los entes reguladores en el ciclismo para buscar conclusiones reales sobre sus efectos en el rendimiento de los ciclistas y las afecciones a la salud de los mismos, siguen generando un manto de duda sobre credibilidad de un deporte constantemente golpeado por escándalos sistemáticos de dopaje.
Sin querer posar de científica, considero que una sustancia que produce el cuerpo humano y que ha logrado ser sintetizada por los laboratorios para comercializarla, debería utilizarse únicamente en casos especiales en los que se logre demostrar una deficiencia en el organismo del deportista para producirla. De lo contrario seguirá siendo un método en cuestión.
Lo que tampoco es nuevo, son “los pañitos de agua tibia” que le da al tema la Unión Ciclística Internacional a aquellos temas que ponen en tela de juicio a las grandes estructuras ciclísticas y por supuesto a los grandes patrocinadores del ciclismo, como aconteció en el pasado con sustancias como la Eritropoyetina (EPO), el Salbutamol o incluso el Tramadol. Infortunadamente en estos casos lo primero que se omite es la salud de los ciclistas.