El pasado 9 de abril, la Fundación Metro y Medio publicó el testimonio de un joven ciclista que fue atropellado por un auto y luego se dio a la fuga.
El chofer del vehículo se detuvo y quiso ‘chantajear’ al ciclista Alejandro Cruz con 10.000 colones para que, según él, no le contara a nadie sobre el incidente.
Después, el conductor se subió a su auto y se dio a la fuga, como si nada hubiera pasado. En cambio, a Cruz lo llevaron a una clínica en Atenas para ser revisado.
La historia del joven se repite con mucha frecuencia en las carreteras de Costa Rica.
De acuerdo a los datos de Alejandro López, vocero de la Fundación Metro y Medio, se registran alrededor de 42 casos de accidentes de ciclistas en nuestro país cada semana.
Es decir, más de 168 accidentes por mes, un alto porcentaje asociados con el desconocimiento de una ley relativamente nueva (la 9.960), que se aprobó hace casi 4 años y que puntualiza en el principio de paso que tiene el peatón o el ciclista en las calles. O dicho de forma práctica: Los choferes no entienden cuáles son los derechos que posee el ciclista cuando conduce en carretera.
La ley agrega que el ciclista tiene derecho a que se respete una distancia de metro y medio con el auto y puede transitar por medio de la carretera por su propia seguridad.
López también enfatiza en que, en ocasiones, este tipo de accidentes se podrían evitar se existiera mayor respeto y empatía de los choferes hacia los ciclistas.
«Es un tema de habilidades blandas y de saber que se debe compartir la vía. Yo puedo tener esa empatía no necesito conocer la ley», explicó el vocero de la Fundación Metro y Medio.
Pero, qué puede hacer un ciclista si le sucede algo similar a lo del joven Alejandro?
Según López, la sección de delitos contra la integridad física del OIJ determina que cualquier instrumento que se utilice para quitarle la vida a una persona es intento de asesinato. Es decir, el afectado, en este caso el ciclista, puede presentar una denuncia.
Lo recomendable es que el ciclista siga tres pasos: Llamar a Fuerza Pública, al Tránsito y a la Cruz Roja. Todo a través del 911.
Hacer esto le permitirá consignar los daños sufridos y, a la postre, presentar la denuncia con pruebas más claras.