El ex ciclista y exdirector deportivo Vicente Belda Vicedo, y su hijo, Vicente Belda García, masajista del equipo Astana, son algunos de los investigados en la trama dedicada a la distribución de medicamentos prohibidos para el dopaje de deportistas y que ha desarticulado la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.
Según han indicado a EFE fuentes próximas a la investigación, ambos estaban relacionados con el médico y profesor de la Universidad de Extremadura (UNEX) Marcos Maynar, quien fue detenido en mayo pasado por, entre otros supuestos delitos, tráfico ilegal de medicamentos y a quien un juez dejó en libertad con cargos tras declarar en el Juzgado número 4 de Cáceres.
Una operación en la que también fue detenido el ayudante de Maynar, un doctor en Fisiología del Ejercicio.
En total son ocho las personas investigadas en esta trama, cuyos miembros tenían misiones concretas, entre ellas las de conseguir componentes químicos que después mezclaban para elaborar los medicamentos prohibidos, entre ellos uno utilizado para el dopaje, la Menotropina. La red utilizaba las instalaciones de la Universidad extremeña para atender a los clientes que otros miembros implicados captaban.
Según las fuentes, supuestamente era Maynar quien preparaba los entrenamientos de los deportistas incluyéndoles un complemento nutricional con medicamentos y sustancias prohibidas en el deporte. Y para elaborar el “cóctel” siempre se tenía en cuenta las posibilidades de victoria del cliente en sus competiciones.
Otro de los investigados, en este caso en el País Vasco, es el exclista Ángel Vázquez Iglesias, quien fue sancionado en 2007 por dopaje hasta el 2010, aunque llegó a participar en algunas competiciones antes de que acabara el plazo de su sanción. Al parecer, Vázquez Iglesias captaba a jóvenes para enviarlos como clientes a Maynar, entre ellos a algún menor federado en una Federación provincial de natación.
También fue investigado en su día en la operación, denominada Ilex, el ciclista colombiano Miguel Ángel «Supermán» López, corredor de Astana, aunque después el juzgado número 4 de Cáceres, que dirige la investigación, le «desimputó» y le citó como testigo para constatar si había consumido alguna de las sustancias de la red, han aclarado las fuentes.
La investigación sigue abierta con la colaboración de fuerzas de seguridad de otros países hacia los que se han podido realizar envíos de esos medicamentos prohibidos.