Mathieu van der Poel y su entorno ya respiran algo más tranquilos después del incidente previo a la disputa de la prueba en ruta del Mundial de Wollongong (Australia), que a punto ha estado de arruinarle algo más que la carrera mundialista, que abandonó en los primeros kilómetros.
El ciclista neerlandés -que pasó parte de la noche previa al Mundial en dependencias policiales- ha sido condenado por un juez del Tribunal Local de Sutherland a pagar multas por un total de 1.500 dólares australianos -unos 1.000 euros-, a las dos chicas de 13 y 14 años a las que empujó después de que éstas le estuvieran molestando (llamando repetidas veces a la puerta de su habitación del hotel) la citada noche.
El juez considera probado que empujó a las dos adolescentes y le impone como multa el pago de 1.000 dólares australianos a una de ellas -que sufrió un pequeño rasguño en el codo- y 500 a la otra, que cayó al suelo. Además la sentencia prohibe a Mathieu van der Poel regresar a Australia en un periodo de tres años.
La buena noticia para el ciclista neerlandés es que tras el pago de la multa le fue devuelto el pasaporte -que le retuvieron al ser arrestado-, por lo que esta misma mañana ha podido coger el vuelo de regreso a su país junto a sus compañeros de selección. En un primer momento se barajó la posibilidad de que tuviera que permanecer hasta seis semanas en Australia a la espera del juicio.
Michael Bowe, abogado de Van der Poel en este caso, ha declarado que recurrirá una sentencia que califica de «decepcionante«. “Su pareja estaba llorando y él estaba muy decepcionado con lo ocurrido, ya que tenía la sensación de haber fallado a su país y a su equipo”, declaró a la televisión neerlandesa NOS.
La comparecencia del ciclista ante el Tribunal estaba inicialmente programada para el martes, pero se adelantó a petición de su abogado para permitir su vuelta a casa junto al resto de la expedición de los Países Bajos.
El sábado por la noche Van der Poel fue arrestado en su hotel de concentración en Sydney después del incidente con estas dos chicas de 13 y 14 años. “Me acosté temprano y algunos chicos en el pasillo de mi habitación se vieron en la necesidad de llamar a la puerta. Después de un par de veces terminé con eso. No les pedí amablemente que pararan. Entonces llamaron a la policía”, explicó el ciclista al medio belga Sporza.
Según un comunicado de la policía de Nueva Gales del Sur, Van der Poel «empujó a ambas adolescentes; una cayó al suelo y la otro fue empujada contra una pared y le causó un pequeño rasguño en el codo”. Tras pasar por dependencias policiales, donde prestó declaración y le fue retenido el pasaporte, el líder de la selección de los Países Bajos regresó a su hotel a las 4 de la madrugada, a escasas horas del incio de una carrera que abandonó a los 30 kilómetros afectado por la falta de descanso y por todo lo sucedido la noche anterior.