Con una ejecución perfecta, plena de potencia e inteligencia, el francés Cristophe Laporte se ha adjudicado la victoria en la 19ª etapa del Tour, prolongando la racha triunfal del Jumbo-Visma, el mejor equipo de la carrera. Además del liderato en casi todas las clasificaciones, la de hoy es la quinta victoria en esta edición -tras las de Vingegaard y Van Aert por partida doble- para una escuadra en la que todos se sacrifican para todos. “El equipo ha decidido que hoy era para mí”, decía un radiante Laporte en meta.
Porque su triunfo llegó tras un descomunal trabajo (un día más) de Wout Van Aert, que se vació para hacer posible la caza de tres ciclistas que, tras saltar a 30 km de meta, mantuvieron un duro pulso con el pelotón hasta soñar con la victoria. Alexis Gougeard (B&B Hotels), Fred Wright (Bahrain-Victorious) y Jasper Stuyven (Trek-Segafredo) nunca tuvieron más de 40″ de ventaja, pero con buen entendimiento y un ritmo poderoso pusieron en jaque al gran grupo.
Tras un acelerón de Maciej Bodnar (TotalEnergies), Christophe Laporte saltó a falta de 1,5 km para ponerse a rueda de los tres fugados. El pelotón, cinco segundos por detrás, confiaba en darles caza. Pero el francés del Jumbo-Visma actuó con maestría. Aguantó a rueda de Wright y Stuyven, que apuraban sus escasas opciones, para demarrarles con fuerza a falta de 400 metros. Abrió un pequeño hueco que conservó ante el acoso de los velocistas, para cruzar la meta en Cahors un segundo antes de que lo hicieran Jasper Philipsen, Alberto Dainsess y Florian Senechal, que dieron tiempo al pelotón.
Enorme victoria la del francés de 29 años, su 23ª como profesional pero sin duda la más importante junto al triplete del Jumbo-Visma que encabezó en la pasada París-Niza, cuando llegó destacado a meta junto a Roglic y Van Aert.
No hay cambios en el top-10 de la clasificación general en un día en el que Enric Mas dijo adiós al Tour, tras dar positivo por COVID, y en el que Tadej Pogacar intentó soprender a los Jumbo-Visma en el descenso de una cota de 3ª, a falta de 35 km, en un movimiento a la desesperada que fue rápidamente anulado por el omnipresente Van Aert.
Mañana sábado llega la contrarreloj larga del Tour, de 40,7 km entre Lacapelle-Marival y Rocamadour, que presenta dos pequeñas subidas en su parte final: la Côte de Magès (1,6 km al 4,7%) y la Côte de l’Hospitalet (1,5 al 7,8%). Una contrarreloj esperada pero que, con la clasificación general muy definida en sus primeros puestos, no debería provocar cambios significativos. Si no media ningún accidente ni situación extraña, Vingegaard, Pogacar y Geraint Thomas conformarán sus tres primeras posiciones antes de subir el domingo al podio de París.