Una de esas victorias que se recuerdan. Por el escenario, una vuelta de gran prestigio como el Critérium del Dauphiné, por el vencido, un Van Aert que vuelve a ser líder de la general, y por las formas. David Gaudu, apuntándose la tercera etapa de la ronda gala, dejó una de esas imágenes que se alargan en el tiempo. O, mejor dicho, la provocó.
Por su parte el costarricense Andrey Amador trabajó para sus lideres y entró cortado, aun así escaló puestos en la general individual .
Arrancando desde muy atrás en el último kilómetro, remontó hasta superar, con los brazos estirados, al ciclista del Jumbo, que se quedó con los suyos en el aire, celebrando una victoria que no existía. Al ver pasar al corredor del Groupama, que suma su novena victoria como profesional y la quinta World Tour, bajó sus manos y se tapó el rostro, consciente de la escena.
Se escapaba el premio completo de forma dolorosa y cómica. “Me siento avergonzado porque trabajamos duro todo el día con el equipo y, al final, perdí por mi culpa, así que no tengo palabras”, declaraba el del Jumbo, duro consigo mismo.
Y, en la primera etapa con final en alto (169 km), en la estación de esquí de Chastreix-Sancy, a 1.400 de altitud, se buscaron desde el principio, pese a las pocas opciones para una fuga.
Control totalmente francés durante buena parte de la carrera, con dos equipos Pro Team, como son el B&B Hotels – KTM y el TotalEnergies, ensalzando la salud del ciclismo nacional, huérfano de grandes éxitos en los últimos tiempos, con el propio Gaudu renovando ilusiones.
Los primeros, liderando la fuga, llegando a tener hasta cuatro corredores en el grupo de los escapados; los segundos, tomando el mando del pelotón, con la misión de defender el liderato de Vuillermoz, que vestía por primera vez en su trayectoria un maillot distintivo. “Va a ser difícil mantenerlo después de todo el esfuerzo de la segunda etapa, pero lo disfrutaré seguro”, aseguraba antes de arrancar. A 2,5 km del final, con la carrera acelerada y seleccionada por Jonas Vingegaard (Jumbo), se descolgaba definitivamente.
Sebastian Schönberger (KTM) era el primero en retar al grupo principal, nada más arrancar, y Pierre Rolland, con un reforzado maillot de lunares, Alexis Gougeard y Miguel Heidemann se unían a él antes de llegar a los últimos 100 km de etapa, con Jonas Gregaard (Uno-X), cabeza visible de un gran trabajo del equipo noruego, y Thomas Champion (Cofidis) como invitados a la fiesta del B&B Hotels.
Un grupo que, poco a poco, fue perdiendo efectivos, con Gregaard, Schönberger y Rolland como últimos supervivientes ante el ritmo impuesto por el TotalEnergies y el Jumbo, un gigante entre los atrevidos equipos de segunda.
En los últimos cinco kilómetros, fueron neutralizados por completo, mientras Filippo Ganna (Ineos) se dejaba ir pensando en la contrarreloj de mañana (31,9 km entre Montbrison y La Bâtie d’Urfé) y Vingegaard trabajaba para esa victoria de Van Aert que se celebró, pero que no llegó.
Andrey Amador concluyó en la posición 82 a 2:58 del ganador Gaudu y avanzó 7 puestos en la general, ahora se ubica 76 a 3:14 del nuevo líder Wout Van Aert