Se suele decir que las carreras, por independientemente del recorrido que tengan, son los corredores las que hacen que sea grandes. La teoría en la previa a esta Volta a Catalunya era que, tras las dos etapas de montaña del miércoles (La Molina) y jueves (Boí Taüll), la general quedase aclarada.
Pasó justo todo lo contrario: dos corredores empatados a tiempo en la general (Nairo y Almeida), jugándose el liderato al día siguiente en esprints intermedios… y con la idea de que todo se decidiría en el circuito final de Montjuic este domingo.
Faltaba la etapa del sábado, la sexta y penúltima, con un sube y baja constante, un terreno para que la carrera se pudiese romper… y se rompió bajo la lluvia. Higuita y Carapaz fueron los grandes protagonistas, con un ataque a más de ¡130! kilómetros de la meta de Cambrils.
Durante la semana la previsión era de lluvia era alta, y respetó hasta este sábado. En la salida, junto a la playa de Salou, el clima era desapacible bajo el agua. Hubo numerosas bajas, entre ellas la de Alejandro Valverde, que termina así su última Volta “tras varios problemas los últimos días”, según el Movistar. Almeida arrancaba de líder con un segundo de renta respecto a un Nairo, al que le “gustaba” las condiciones del día. El portugués, todo lo contrario.
“No me gusta competir así”, dijo a AS. Higuita daba pistas: “A mí me gusta correr como sea”. Y de salida, se formó el movimiento suyo con Carapaz y Plapp (ambos del Ineos), aunque este último acabó cediendo. Era la ascensión más exigente del día, el Coll de Les Llebres, y la carrera ya estaba totalmente rota.
Almeida estaba incluso en un grupo por detrás de Nairo, aunque finalmente pudo contactar. Luego, estuvo arropado de Soler, y Rui Costa, pero la carrera se les iba por delante.
Los kilómetros pasaban y Carapaz e Higuita, con un gran entendimiento, no paraban de abrir hueco. Se iban ya por encima de los tres minutos, y el UAE ya tenía que agotar todas sus armas. Primero fue Marc Soler el que puso el ritmo en el reducido pelotón, pero aguantó hasta a falta de 45 km y la renta no se inmutaba. Los dos de cabeza arriesgaban en el descenso, con un Carapaz que transmitía sensaciones ambiguas al no haberse podido abrochar el chubasquero en un largo descenso.
La ascensión, última del día, a La Teixeta (2ª), era clave para ver si el pelotón podría dar caza a la dupla cabecera o tiraban la toalla. La renta bajó en este tramo hasta los dos minutos, con el UAE tirando del grupo principal, siendo ‘ayudado’ en ciertos momentos por el Bahrain y el Uno-X.
Cada uno mira por lo suyo. Fue Ayuso el que se puse, tras unos momentos de desconcierto, al frente del pelotón. Y protagonizó un descenso de mucho nivel, marchándose en solitario, y demostrando a sus 19 años otra de sus cualidades. Luego paró y hubo un reagrupamiento con Almeida y Nairo, entre otros.
En ese momento se dieron cuenta que no había nada que hacer ante los dos de cabeza, que se jugarían el triunfo, estando Higuita por delante en la general. ¿Etapa para uno y liderato para otro? Finalmente así fue, pero no por un pacto. Ambos disputaron un gran esprint en el que se impuso el ecuatoriano. Tercero, por detrás, llegó Groves, que se lamentó porque era con claridad el más rápido del grupo tras aguantar con ellos la complicada jornada.
«Teníamos la idea así desde el principio y salió. A Higuita también le interesaba tirar, estaba por delante en la general», decía Carapaz en meta, que ahora es segundo.
La Volta se decidirá este domingo, en Barcelona, en una jornada madrugadora como es habitual, que terminará antes de las 15:00 de la tarde tras las seis vueltas al circuito clásico de la carrera, con una subida a Montjuic de 2,5 km dentro de cada vuelta. Una etapa de fábula… y falta el desenlace final.