El Gran Fondo Herradura tuvo un triste final. No hubo ganador en ninguna categoría, todo fue declarado desierto a falta de 20 kilómetros para llegar a la meta por la inseguridad que se vivía en la meta ubicada en Plaza Herradura.
Desde la ida a Savegre se percibía el peligro al tener que lidiar con tráfico en vía y contravía, pero para el momento de definir el vencedor ya fue insostenible y cuidando la seguridad de los pedalistas el comisario sacó bandera roja y todo se acabó.
Para ese momento en que se toma la decisión, iba un grupo de seis pedalistas en fuga y todo apuntaba que entre ellos se iba a definir la carrera, al final tuvieron que resignarse y pedalear entre risas y bromas para completar los 200 kilómetros del recorrido.
Después incluso tuvieron que poner pie en tierra para esperar a todo el pelotón, pues debían entrar todos juntos, ya que la cantidad de carros en el punto de finalización era incontrolable.
Lamentablemente la buena dinámica, las fugas que iban y venían, pasan a un segundo plano y pierde todo interés, pues en la historia no habrá ganador, y será recordada como una competencia que nunca concluyó por problemas de organización en la llegada.