Tras un sorprendente primer lugar en el Camino de Mulas, el pedalista Josep Betalú de Sportiv Store MMR Bikes CR se sentó a conversar sobre su faena.
El español, amante de los grandes retos, de esos que llevan al límite el cuerpo humano, logró finalizar el lunes 17 de enero a las 4:17 a.m. el recorrido de 630 kilómetros entre la frontera con Panamá y la frontera con Nicaragua. El banderazo de salida fue el sábado a las 7 a.m.
«Hoy (miércoles) creo que es el primer día que empiezo a sentir que soy otra vez persona, ayer estaba como en el limbo, estaba flojo de reflejos, me sentía muy cansado, fui donde mi fisioterapeuta y la verdad que ahí me atendieron muy bien, me hicieron una buena recuperación, pero la verdad es que es algo que cuesta recuperar, no es algo normal y eso hace que los tiempos de recuperación no sabe uno si son tres, cuatro días o una semana o más», comentó Betalú sonriente.
Josep dice que a veces se pega unas buenas «embarcadas», refiriéndose a que el viernes se va a volver otra vez a la bicicleta.
«Realmente me gusta mucho viajar y conocer, enamorado del país y quiero conocer cada rincón; es difícil un ciclista profesional que se aventure a esto, pero a mi si me gusta y creo que ayudo a fomentar el ciclismo en el país», comentó.
Eso sí, Josep dice que la mayor locura que ha hecho en su vida no es esta, sino fue dejar toda la comodidad que tenía en España para correr este tipo de eventos alrededor del mundo.
Para este Camino dice que incluso llegó a no dormir visualizando todo lo que podía enfrentar en la prueba.
«Aun así sorprende porque la dureza es increíble. Yo he aprendido una cosa sobretodo en las largas distancias, aparentemente no tenía rival en la competencia pero pueden pasar muchas cosas», afirmó.
Haciendo cálculos, aunque quiso viajar lo más ligero posible, cargaba con el 4 kilos de accesorios como neumáticos, capa, etc.