Posted by La vacuna contra el coronavirus sigue teniendo tela que cortar. Si en el mundo del tenis -y del deporte- protagoniza Novak Djokovic las principales noticias, el ciclismo también se ha unido.
Un deporte en el que se comenzó a vacunar muy pronto, con el UAE-Team Emirates de Tadej Pogacar, pero que con la tercera dosis sale a la palestra. En el caso de una de sus estrellas, el clasicómano belga Greg Van Avermaet, corredor del AG2R-Citroën.
Van Avermaet ha decidido aplazar la vacuna de refuerzo, según informa EFE. El oro olímpico en los Juegos de Río 2016 quiere evitar consecuencias que puedan lastar su rendimiento. Con 36 años puede tener su última oportunidad en su terreno, los adoquines, y otro mal año puede resultar fatal. «La vacuna pudo tener la culpa en mi mal final de año pasado. Especialmente en la segunda mitad de la temporada 2021 las cosas no salieron como yo quería. Le echo la culpa a mi vacunación. Desde entonces, ya no corrí a un nivel alto», confiesa el belga.
Jakob Fuglsang utilizó el mismo argumento
El ciclista danés fue uno de los que opinó como Greg Van Avermaet. Jakob Fuglsang admitió que su mal rendimiento podría venir por la vacuna que recibió antes del Tour de Francia. En aquel entonces el ciclista de Astana -que ahora ha firmado por Israel- fracasó en la ronda gala, su gran objetivo del curso.
Van Avermaet se vacunó antes del Dauphiné, la gran carrera previa al Tour de Francia. «Fue tras un duro periodo de entrenamiento y no resultó una buena idea», relató. «Normalmente estoy entre los mejores y puedo ganar etapas, pero en el Tour lo pasaba mal en el pelotón. Quería abandonar, pero mi equipo me pidió que siguiese para ayudar a Ben O’Connor», añade.
Por ello, su campaña de clásicas arrancará sin vacuna. «Vi como mis valores en sangre no estaban al nivel de siempre, mi cuerpo luchaba contra algo. Entonces, no estoy interesado en la nueva inyección. La tendré después», argumenta.
Así, Van Avermaet quiere llegar en forma y olvidar su decepcionante 2021, y no inyectarse la tercera dosis es una de sus soluciones. Eso sí, planea recibirla al terminar la campaña de clásicas europeas, que va desde la Milán-San Remo hasta las últimas carreras previas al Giro de Italia. «Soy un año mayor, pero creo que todavía puedo hacerlo bien y sigo entrenando duro todos los días», sentencia.