Hoy el 2021 dice adiós, y con ello llega la entrega final de este recuento de momentos reseñables en el ciclismo a lo largo de esta temporada.
El sitio ciclismointernacional.com hizo una reseña donde se da un cruce de emociones, con esos actos que sorprendieron para bien o para mal, llenos de hazañas o polémica. De todo.
Una ganadora de película en una carrera de película
La prueba de ruta femenina de los JJ.OO. trascendió por quién se llevó el oro y por cómo lo hizo. Anna Kiesenhofer, con doctorado en Matemáticas, que ni corría en un equipo profesional, era la única representante de Austria en la cita. Días antes publicaba estudios sobre la ruta, haciendo cálculos con la temperatura, dureza y rendimiento. Su plan era disfrutar, pero competir también, por lo que decidió meterse en la intrascendente -en ese momento- fuga olímpica, con otras dos corredoras. Pero extrañamente, fue una escapada con bastante ventaja, que a medida de su avance iba dilucidando una posibilidad real de ir por las medallas. Ella decidió hacerlo a lo grande, soltando a las otras aventureras a más de 41 km a meta para luego llegar en solitario contra todo pronóstico al circuito de Fuji donde se consagró como campeona olímpica. Pero lo más increíble aún fue como Annemiek van Vleuten (medalla de plata) arribaba celebrando pensando que había ganado, sin percatarse que no habían capturado a todas las fugadas. De película por esa victoria de una mujer sin reconocimiento previo, más enfocada en su preparación académica y practicando el ciclismo de forma amateur, en una competencia que las grandes creyeron haber tenido controlada.
El más polémico de los abandonos
Miguel Ángel López protagonizó el momento más polémico de la temporada tras abandonar sin justificación física la Vuelta a España. No hace falta relatar la historia al detalle, pues ya es bien conocida en el ambiente. Se desató una gran división entre quienes culpaban a la ‘xenofobia’ del Movistar contra los colombianos y los otros que apuntaban a la irresponsable actitud del ciclista. No se conocen algunos motivos que desataron esto, pero lo cierto es que la imagen de ambos quedó manchada. La de los ‘telefónicos’ con el ridículo que supuso para ellos como equipo de vivir estas situaciones tensas y que impacten en carrera, así como la de López, quien demostró no tener la actitud de gran campeón y una reiteración en sus fallas de actuar erráticamente con la sangre caliente. Ahí quedó una relación que inició mal con las recordadas palabras de ‘Supermán’ a la estructura en 2019 y que acabó peor con este hecho.
De casi morir a reencontrarse con la victoria
Lo que más sorprende del heroico regreso de Fabio Jakobsen no es tanto que haya recuperado los vatios para ganar, sino la confianza para estar en sí estar envuelto en un sprint. En condiciones normales, cualquiera tendría miedo de volver a esa dinámica intensa de segundos, donde hay que asumir riesgos para tomar una posición que conduzca a la victoria. El sprint es una modalidad suicida, necesita de gente con carácter y don especial, y Jakobsen ya ha demostrado de sobra todo eso. ¿Qué sigue para el neerlandés? Dar el salto final y replicar lo de 2021 frente a sprinters de primera línea. Sí, parece incoherente decirlo con un chico que hace poco más de un año casi se mata, pero evidentemente, si fue capaz de superar ese accidente, retornar a su nivel tan rápido con el obstáculo físico y psicológico que suponía el incidente, por supuesto que este reto es posible. Lo de Fabio es un milagro.
El clasicómano del Ventoux
El momento más icónico de Wout van Aert en 2021 ocurrió en el mítico ascenso del Mont Ventoux. Como si a esas alturas le hiciera falta demostrar algo más de su versatilidad, osó en desafiar el monte pelado y conquistarlo desde la fuga en el Tour de France. No pasa inadvertido cómo con sus 78 kg dejó regados en la subida a Kenny Elissonde (52 kg) o Bauke Mollema (64 kg), mucho más livianos y mejor preparados para la escalada. Es el admirable fenómeno de que con toda esa masa muscular sea capaz de ser brillante en la montaña, puesto que la fuerza que debe emplear es brutal. No es lo mismo mover 400 watts pesando menos de 60, a hacerlo con casi 80 kilitos en el costal. Por ahí algunos se ilusionan con que algún día se convierta en vueltómano, cosa que personalmente veo casi que imposible por ese tema del peso. Además mucho debería cambiar la preparación y de paso perdería esos otros dotes que lo hacen un pedalista especial. Mejor que conserve su versión actual, donde puede brindar espectáculo en cualquier terreno que se le antoje.
La imagen de la temporada
A ojos de otros, hay detalles muy simples que nos llenan y no entienden por qué. Para los fanáticos del ciclismo, recibir una caramañola de un profesional es un regalo con mucho significado. Y lo normal es que se obtenga porque es arrojada en cierta parte de la carretera, o en ocasiones por la empatía del ciclista al ver el fervor de una persona apoyándolo. Pero, ¿recibirla mientras uno también monta bicicleta al lado de una competencia oficial? Eso sí que no es común, pero sucedió. Y lo bonito fue que dejó una imagen enternecedora, pues se trataba de un niño que se cruzaba al lado de la cabeza de carrera de la penúltima etapa del Tour de Gran Bretaña y recibía este preciado objeto de parte de Pascal Eenkhorn (Jumbo-Visma). Lo mejor fue que la historia no culminó allí, ya que después el infante tuvo el lujo de acudir a las firmas del siguiente día como si fuese un corredor más de las ‘abejas’. Todo un rockstar. Una cariñosa conexión del ciclismo con la niñez, enseñando que este es un deporte que genera pasiones desde tempranas edades.