Posted by Benoît Cosnefroy ( Ag2R Citroën Team ) ganó el Bretagne Classic-Ouest-France , superando a Deceuninck-Quickstep y Julian Alaphilippe al sprint, por su parte el costarricense Andrey Amador regresó a la competencia con su equipo Ineos Grenadiers donde una vez m;as logró hacer un extraordinario papel de gregario.
Al final el nacional terminó 85 a 10:43 de Benoit Cosnefroy flamante ganador de esta clásica francesa.
Alaphilippe había atacado en la subida de grava del Bosse Saoutarlarin, a 60 km de la meta, y escapó del pelotón con su compañero de equipo, Mikkel Honoré, Cosnefroy y Tadej Pogačar (UAE-Team Emirates).
Pogačar cayó poco después, y aunque Alaphilippe atacó a Cosnefroy repetidamente, no pudo distanciarse de su compatriota francés, que demostró ser el más fuerte en el sprint final.
“Estoy muy feliz, es mi primera victoria en el World Tour”, dijo Cosnefroy al final, “la estaba esperando, así que, por supuesto, es brillante. Hoy ha sido una carrera muy emocionante. Estaba solo yo contra los dos chicos de Deceuninck al final. Sabía que me sentía bien de poder ir con Julian cuando atacara. Por supuesto, aquí es un sprint diferente. Sabía que podía hacer algo, tenía confianza «.
También jugué mi carta cuando estaba al frente, pero colaboré con ellos, no solo los dejé montar. Traté de atacar y hubiera esperado ir con Julian, pero al final, estaba feliz de ganar como lo hice. Conmigo, Honoré y Julian no hay ningún problema. Solo estamos representando nuestras propias camisetas, eso es carreras, no hay ningún problema personal allí. Estaba un poco descontento en ese momento, pero eso es solo una carrera.
A medida que septiembre se acerca cada vez más, el Bretagne Classic-Ouest France ofreció la preparación perfecta para aquellos ciclistas que comienzan a perfeccionar su forma para el próximo Campeonato del Mundo. De hecho, su ruta se parece mucho a la de Flandes, ya que ambas son carreras de circuito de longitud similar con una cantidad engañosamente grande de escalada contenida dentro de su perfil ondulado. En consecuencia, fue una lista de salida repleta de estrellas en el primer ensayo general de los Campeonatos del Mundo.
La escapada se formó dentro de la primera hora de carrera. Alessandro de Marchi (Israel Start-Up Nation), Alexis Gougeard (AG2R Citroën Team) Quinten Hermans (Intermarché – Wanty – Gobert Matériaux) y Sébastien Grignard (Lotto Soudal) escaparon por el camino pero, dada la fuerza de este grupo, el el pelotón restringió su ventaja a menos de seis minutos.
La tranquilidad inicial de la carrera estuvo marcada por una caída a 169 km de la meta. Chris Harper y Christoph Pfingsten de Jumbo Visma y Gonzalo Serrano y Jorge Arcas de Movistar emergieron de los setos al costado de la carretera maltrechos pero capaces de continuar. La desgracia golpeó a ambos equipos 50 kilómetros después cuando Tobias Foss (Jumbo-Visma) patinó sobre un poco de grava mientras navegaba en una curva, derribando también a un piloto de Movistar.
Mientras tanto, en la escapada, la subida incesante y el ritmo feroz resultaron demasiado difíciles para Grignard y Gougeard, que se quedaron atrás con poco menos de 100 km para el final.
En la subida de grava del Bosse Saoutarlarin, a 60 km de la meta, el ritmo aumentó aún más cuando Julian Alaphilippe (Deceuninck-Quickstep) atacó al pelotón y un pequeño grupo compuesto por Alaphilippe, su compañero de equipo Mikkel Honoré, Tadej Pogačar (EAU-Team Emirates ), y Benoît Cosnefroy (Ag2R Citroën Team) se destacó. Alaphilippe resplandecía con su maillot arcoíris, Pogačar con sus gafas de sol amarillas, que los marcaba como campeón del mundo y del Tour de Francia, respectivamente.
Pogačar, sin embargo, parecía extrañamente incómodo, luchando por agarrarse a las ruedas delante de él, y fue derribado cuando faltaban 50 km para el final. Incluso Pogačar, al parecer, es capaz de realizar hazañas tanto humanas como sobrehumanas.
Adelante en la escapada, Hermans también cayó; De Marchi inicialmente continuó solo, pero luego esperó a que el grupo Alaphilippe lo atrapara.
El día de De Marchi terminó poco después cuando Cosnefroy ofreció el primer vistazo de su brillante forma con un ataque a 22 km de la meta. Honoré tampoco pudo seguir este movimiento y solo se abrió paso porque Alaphilippe se negó a trabajar, para gran frustración de Cosnefroy.
Los peligros para las esperanzas de victoria de cada ciclista comenzaron a provenir del exterior del grupo, así como del interior, a medida que surgían varios ataques del pelotón. Davide Ballerini (Deceuninck-Quickstep) marcó cada ataque, para proteger la ventaja de sus compañeros, y aunque su diferencia de tiempo se redujo drásticamente, Ballerini hizo lo suficiente para asegurar que la victoria se decidiera entre el trío líder de Alaphilippe, Honoré y Cosnefroy.
Alaphilippe lanzó un ataque característico a tres kilómetros de la línea de meta en el tramo más empinado de la subida final, el Bosse Pont-Neuf, y aún así no pudo distanciar a Cosnefroy. Honoré luchó para volver a liderar a su compañero de equipo en el sprint, pero Cosnefroy demostró ser demasiado fuerte al final.