Amor por su madre fallecida inspira a joven ciclista tica en Estados Unidos

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La ciclista costarricense, Alondra Granados Bonilla, convirtió el duro momento de haber perdido a su mamá (Marjorie Bonilla) en inspiración para dar pedal y empezar a cosechar victorias en su carrera.

Alondra corre para el equipo Global Force Femenino, y junto a su compañera Valesca Umaña, hicieron maletas y se encuentran competiendo en Chicago, Estados Unidos, donde vive su entrenador, Mario Amien.

La oriunda de Pérez Zeledón corrió cuatro critérium en junior (juvenil) donde quedó segunda en la general del evento y el sábado pasado en el último día se dejó el triunfo. Valesca quedó tercera el último día del evento.

Este lunes también tuvo participación en el  Tour of America’s Dairyland pero lo hizo en la categoría 3 y 4.

“Hace un mes falleció mi mamá y yo sé que todo lo que he logrado ha sido por ella, y cuando me di cuenta que había ganado no podía dejar de pensar en lo contenta que estaría de saber hasta donde he llegado”; confesó Granados Bonilla.

“Ha sido un proceso difícil pero gracias a Dios hoy puedo estar aquí haciendo lo que me gusta”, agregó.

La pedalista tiene 18 años de edad, hace tres decidió meterse de lleno en el mundo de ciclismo y ahora lo combina con la universidad, pues es estudiante de Ciencias Políticas en la Universidad de Costa Rica.

Eso sí, aspira a cambiarse a terapia física muy pronto.

Alondra es de familia fiebre del ciclismo, pues sus dos hermanos, el mayor (Kevin) y el menor (Alejandro), también pasan montados en la bicicleta. Incluso verlos a ellos pedaleando fue la motivación para tirarse al agua e intentarlo.

Granados viajó a suelo norteamericano para estar compitiendo a falta de carreras en Costa Rica. Se mantendrá allá hasta el 11 de julio.

“Espero poder seguir llevándolo (el ciclismo) en conjunto con el estudio y poder correr carreras más importantes”, confesó la atleta, quien tuvo la oportunidad de hacer este viaje por la invitación de su entrenador a todo el equipo.

Con la ventaja además de que ella y Valesca eran las únicas con el pasaporte en regla para emprender la aventura ciclística.