Alex Dowsett hace valer la fuga y se lleva la etapa 8 del Giro de Italia

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El ciclista británico Alex Dowsett (Israel Start-Up Nation) ganó con autoridad este sábado la octava etapa del Giro de Italia, sobre un recorrido de 200 kilómetros entre Giovinazzo y Vieste, en la que el portugués Joao Almeida (Deceunick-QuickStep) mantuvo la maglia rosa de líder de la general sin mayores problemas.

Dowsett, que había ganado ya una contrarreloj en el Giro de 2013, cuando estaba en las filas de Movistar, formó parte de la fuga del día junto a su compañero Brandle, Ravanelli (Androni), Rosskopf (CCC), Holmes (Lotto-Soudal) y Puccio (Ineos Grenadiers), quienes lograron mantener una ventaja superior a los 10 minutos durante buena parte de la etapa, ante la pasividad de un pelotón que hoy se lo tomó con calma.

El corredor del Israel Start-Up Nation dejaría a sus compañeros a falta de 18 km para el final, ya en el circuito de Vieste, y lograría mantener su ventaja para saborear con calma la victoria en la línea de meta. Puccio y Holmes alcanzarían la segunda y tercera plaza, respectivamente. Más de 10 minutos después, el pelotón de sprinters y hombres de la general cruzaban la línea de llegada, a la expectativa del segundo gran final en alto que espera mañana a los corredores en Roccaraso.

Con la noticia de la retirada de la ronda italiana de uno de los principales aspirantes al título, Simon Yates (Mitchelton-Scott), tras haber dado positivo en Covid-19, se ponía en marcha otra larga jornada de 200 km en el Giro de Italia. Tampoco tomaban la salida en el día de hoy su compañero Edoardo Affini, Tony Gallopin (AG2R) y Sean Bennett (Education First), aquejados de diversas fracturas tras las caídas de ayer.

La etapa, completamente llana hasta su ecuador, cuando se ascendería el Monte Sant’Angelo (2ª), y con la amenaza del viento costero, daba comienzo a un ritmo vivo y con una tempranera fuga de seis hombres en cabeza: Ravanelli (Androni), Rosskopf (CCC), Brandle, Dowsett (Israel Start-Up Nation), Holmes (Lotto-Soudal), Puccio (Ineos Grenadiers), cuya ventaja máxima rondaría los 10’ poco antes de iniciar la citada ascensión.

Una renta que, una vez superada esa dificultad, y viendo el perfil de ‘serrucho’ de la segunda parte de la etapa, podría ser suficiente para garantizar el éxito de la escapada, si ningún equipo asumía la responsabilidad de persecución en el pelotón. Un pelotón donde Démare volvía a superar a Sagan en el sprint bonificado, aumentando aún más su ventaja en la clasificación de la maglia ciclamino.

Una caída en el seno del pelotón provocaba la retirada del austríaco Gastauer (AG2R), mientras Fuglsang (Astana) era víctima de un pinchazo, lo que le obligaba a hacer un esfuerzo extra en el descenso de Sant’Angelo para contactar con el gran grupo, comandado velozmente por los Trek-Segafredo de Nibali, en una situación que originaría alguna que otra discusión en el pelotón. Poco después, otra caída daba con los huesos de uno de los lugartenientes de Lo squalo, Brambilla, en el suelo. El italiano, afortunadamente, se reincorporaba a la carrera.

Por un lado, la complejidad del terreno para establecer una persecución y, por otro, la falta de interés de los equipos con velocistas en tomar el mando, mantenían la fuga con una elevada renta de 10 minutos, a falta de 40 km de la llegada en Vieste, circuito final mediante. El sexteto de cabeza, por tanto, ampliaba sus posibilidades de éxito, mientras el equipo del líder, Deceuninck-Quickstep, manejaba el pelotón con tempo pausado.

El principal atractivo del circuito de Vieste, un repecho de 1 km con pendiente media del 10% y máxima del 17%, a superar en dos ocasiones, la última situada a 10 km la línea de llegada, se convertía así en uno de los pocos alicientes que le quedaban a la etapa. A falta de 30 km para el final, no obstante, ya se producían las primeras escaramuzas entre los miembros de la escapada, sin que ninguna de ellas llegara a fructificar.

Al primer paso por el repecho, Puccio y Holmes coronaban con unos segundos de ventaja sobre Rooskopf, que terminaría sumándose a la cabeza de carrera, en un descenso ciertamente sinuoso. Se establecía en ese momento una bonita de lucha de tres contra tres entre los antiguos compañeros de escapada, que de nuevo se volverían a juntar a falta de 18 km para meta.

Era el momento que aprovechaba Dowsett para jugar la primera de las bazas del Israel Start-Up Nation. El rodador británico (ex-recordman de la hora) activaba el chip de gran contrarrelojista que un día tuvo y se marchaba con una veintena de segundos sobre un quinteto donde ya reinaba la desconfianza. Una ventaja que se ampliaba hasta los 30’’ al primer –y penúltimo- paso por meta.

Holmes y Puccio volvían a incrementar el ritmo al paso por el repecho, pero el margen del británico Dowsett, cabeza de carrera con 40’’ de ventaja, era ya insalvable, y el corredor del Israel Start-Up Nation firmaba la primera victoria parcial en una gran ronda por etapas para su equipo y su segunda en el Giro de Italia, tras la obtenida allá por 2013. En el sprint por la segunda plaza, Puccio se imponía a Holmes y Rosskopf.

El pelotón, en una jornada de tregua, en previsión del exigente final mañana en Roccaraso, entraba en meta a más de 12 minutos. Una jornada, la del domingo, con 208 km y cuatro puertos puntuables, dos 2ª y dos 1ª, donde los aspirantes a una clasificación general cada vez más incierta tendrán que mostrar sus cartas.