Posted by Lo definía perfectamente el ciclista del Movistar Imanol Erviti nada más cruzar la línea de meta: «Hoy no era un día para ganar el Tour, pero sí para perderlo». En una etapa de trazado llano que unía la isla de Oléron -la segunda más grande de Francia tras Córcega- con la isla de Ré, se sabía que la amenaza de los abanicos iba a ser una constante, al rodar en todo momento por carreteras pegadas a la costa, donde el viento entraría sobre todo lateral.
Los equipos estaban advertidos, pero eso no es suficiente para evitar el pelirgo. Al contrario. Como explicaba Erviti en meta, «todos sabemos los puntos donde se va a cortar… pero todos no cabemos». Así, la jornada ha sido de continua tensión en el pelotón -con todos los ciclistas buscando ir bien situados- lo que unido a las rotondas, isletas y giros del trazado, más algún despiste, ha provocado varias caídas, por fortuna sin graves consecuencias.
Al final, todos los favoritos de la general estuvieron atentos y salvaron un día de estrés y mucho peligro, que se ha resuelto al sprint. En el mismo, y tras un gran trabajo de lanzamiento del treno del Deceuninck-Quick Step, Sam Bennett imponía su potencia sobre Caleb Ewan y Peter Sagan para firmar su primera victoria en el Tour de Francia (la número 47 de su carrera). A sus 29 años, y tras ganar tres etapas en el Giro y dos en la Vuelta, el irlandés sabe que este éxito es algo especial en su carrera. Por eso lloraba emocionado en la entrevista que la TV hace cada día al ganador de etapa.
No hay cambios en los primeros puestos de la clasificación general, que sigue encabezada por Primoz Roglic, con 21″ de ventaja sobre Egan Bernal y 28″ sobre un Guillaume Martin que hoy se llevó un susto al quedar cortado en una caída numerosa a 64 km de meta, al igual que Tadej Pogacar, quien necesitó asistencia mecánica al quedar dañada su bici. Pero el pelotón bajó el ritmo y pudieron entrar unos kilómetros después.
A 20 del final se volvió a vivir un momento de máxima tensión, anunciado con antelación, cuando el fuerte viento lateral en una zona muy abierta, el ritmo de Ineos y Jumbo, y una caída provocada por una mediana cortaron un pelotón que ya había quedado reducido a unas 80 unidades. Alejandro Valverde y Miguel Ángel López, entre otros, se quedaron cortados pero con la ayuda de sus compañeros de equipo pudieron reintegrarse al grupo principal.
Una etapa además en la que se voló desde sus primeros kilómetros (más de 48 km/h de media en las dos primeras horas) lo que hizo inviable el tempranero intento de fuga de dos ciclistas suizos: Stefan Küng (Groupama-FDJ) y el gigante Michael Schär (CCC), que fueron cazados antes de llegar al ecuador de la etapa.
Andrey Amador por su parte tuvo una etapa para realziar su trabajo y luego entrar con comodidad pensando en las etapas de alta montaña del fin de semana, el nacional cruzó la etapa 10 en la casilla 149 a 5:25 de Bennet, mientras que en la general es 113 con un retraso de 2:
Los favoritos salvaron en la carretera otro día de muchos nervios y tensión, y horas antes el Tour veía con alivio como todos los equipos podían continuar en carrera tras dar negativo los 164 ciclistas en las pruebas PCR realizadas desde el domingo. Esa ha sido quizá la gran noticia del día. Pese a todo -y sin su director Christian Prudhomme, quien sí dio positivo por COVID-19- el Tour continua. Se ha salvado un día trampa.