V. Burgos: Evenepoel se consagra campeón, Ivan Sosa gana la última etapa

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Iván Ramiro Sosa (Ineos) le tiene tomada la medida a la última etapa de la Vuelta a Burgos. El colombiano, que no empezó muy bien la ronda burgalesa, ha conseguido reponerse en los últimos días para adjudicarse la victoria en esta cima, por tercer año consecutivo. Aunque en esta ocasión no le ha servido para consolidar otra victoria en la general. Porque el protagonista de la misma, y auténtico dominador, ha sido Remco Evenepoel.

Tras sucesivos ataques de un gran Mikel Landa (Bahrain McLaren), en los decisivos metros finales se formaba un trío de cabeza formado por el líder, el colombiano y el alavés. Atrás se había quedado George Bennett (Jumbo Visma), alejándose del podio, y otros ilustres como Chaves, Yates o Gaudu. Mientras un jovencísimo portugués, Joao Almeida (Deceuninck-QuickStep), recuperaba metros hasta casi conectar con el grupo de los mejores.

A falta de 500 metros para el final, Sosa partía hacia la victoria, sin apenas oposición de Landa y Evenepoel, que entraban segundo y tercero a 9’’ y 11’’ respectivamente. Margen suficiente para que el joven belga sumara otra victoria en una vuelta por etapas esta temporada, la tercera después de San Juan y Algarve.

Jornada final y decisiva en la Vuelta a Burgos, con el tradicional recorrido entre Covarrubias y las Lagunas de Neila, 158 km con el alto del Cerro, el Collado de Vilviestre y el Collado como prolegómenos a la ascensión a las Lagunas (11,8 km al 5,6%), donde Remco Evenepoel debía confirmar la superioridad mostrada en Picón Blanco y sus principales rivales, como Carapaz, Landa o George Bennett, todos ellos a menos de un minuto en la general, estaban obligados a atacar.

Un día más, se repetía una salida rapidísima, con numerosos intentos por formar la fuga. Finalmente, el grupo que se llevaría el gato al agua era el formado por: Dani Navarro (Israel Start Up Nation), Ángel Madrazo (Burgos BH), Arjen Livyns (Bingoal), Delio Fernández (Nippo Delko), Gotzon Martín (Euskaltel-Euskadi y líder de la montaña), y Joel Nicolau (Caja Rural), con un Alejandro Ropero (Kometa Xstra) que intentaba contactar con ellos, en tierra de nadie, y el pelotón a más de 5’, transcurridos los primeros 50 km.

Mitchelton-Scott, Bahrain McLaren y el equipo del líder comenzaban a incrementar el ritmo del pelotón, transcurridas las primeras dos horas de carrera, y la renta de la fuga comenzaba a decrecer paulatinamente hasta los 3’ a falta de 40 km para el final de la vuelta… y 2’ a falta de 30.

El equipo de Mikel Landa ponía entonces un ritmo altísimo en la aproximación a la subida final a las Lagunas de Neila, precedido por el alto del Collado, tensando la situación en el pelotón, y contribuyendo a la conclusión de la fuga del día, en las primeras rampas del puerto.

A falta de 4 km de la cima, y en el inicio de lo más duro, Landa tensaba la cuerda, seleccionando el pelotón y dejando solo a los mejores en cabeza (Evenepoel, Bennett, Chaves, Yates, Gaudu, Carapaz, Kuss…).  Unos metros después, el alavés, agarrado de abajo, como le gusta, atacaba de nuevo y lograba unos metros de ventaja sobre el resto de rivales, con Yates, Chaves, Evenepoel y un renacido Sosa en su busca. Bennett, segundo clasificado, cedía y se alejaba del podio.

A 2.000 metros de la conclusión, Evenepoel incrementaba ligeramente el ritmo en cabeza, encontrando solo la respuesta de Landa y Sosa, y provocando la fractura de Chaves. Y justo cuando Almeida, su compañero, estaba a punto de entrar en el grupo cabecero, Evenepoel lanzaba otro hachazo, al que respondían progresivamente Landa y Sosa. Esto era cosa de tres.

El trío de cabeza, por tanto, entraba en el último kilómetro, no exento de dureza, con el alavés en cabeza, dando muy buenas sensaciones. Pero Sosa sería el primero en intentarlo –y el último-, a 600 m de meta, marchándose en solitario, en busca de su tercera victoria consecutiva en las Lagunas de Neila, con Landa en segunda posición a 9’’, y Evenepoel cediendo finalmente algunos metros, a 11’’… pero no los suficientes como para perder el maillot de líder.