La Milán-San Remo, el primer monumento ciclista de la temporada, presentó ayer en la sede de Vittoria en Brembate el recorrido de su 111ª edición, que de manera excepcional se disputará en agosto en lugar de en el tradicional mes de marzo. Es la gran novedad que presenta este año la Classicissima -motivada por una pandemia que tiene en jaque al mundo entero-, ya que el recorrido no sufrirá variacón alguna respecto al de las últimas ediciones.
Un año más, las subidas a la Cipressa y el Poggio -a 22 y 5,5 km de meta, respectivamete- serán los puntos clave para intentar romper la carrera y evitar una llegada al sprint.
Durante el acto de presentación, Mauro Vegni, director de RCS Sport -empresa organizadora de la Milán-San Remo y del Giro de italia, entre otras pruebas-, dijo: «Nos enfrenatamos a más desafíos que en la fecha tradicional de marzo, pero estamos seguros de que el resultado puede ser una señal fuerte para el resurgir del país a través del deporte (…) Estamos convencidos de que este año, a pesar del cambio de fechas, será una de las carreras ciclistas más populares del mundo y tendrá el éxito y la visibilidad que la han hecho legendaria».
«Tendremos a muchos de los grandes campeones de ciclismo -añadió Vergni-, incluidos el ganador del año pasado Alaphilippe, Nibali y Viviani, velocistas como Sagan, Ewan y Gaviria, y los prometedores Van der Poel y Van Aert, por nombrar a unos pocos. Gracias a la producción de nuestro socio Rai, este Monumento del ciclismo se transmitirá en los cinco continentes y será visto por millones de espectadores».
Por su parte, Stijn Vriends, nuevo presidente y CEO del Grupo Vittoria, comentó: “La Milán-San Remo 2020 será la carrera del renacimiento ciclista italiano. Después de todo el sufrimiento por el que pasamos, especialmente aquí en Bérgamo, ahora es el momento de un nuevo comienzo, y queremos contribuir activamente».
La carrera está programada para el sábado 8 de agosto, con inicio en Piazza Castello de Milán y la tradicional meta en la Vía Roma de San Remo, tras 291 largos kilómetros. Y es que la Classicissima es una carrera de desgaste marcada por su largísimo kilometraje que obliga a un esfuerzo de más de siete horas sobre la bicicleta. Su recorrido no presenta grandes dificultades, por lo que los velocistas tienen muchas opciones de victoria… siempre y cuando superen con los mejores las dos cotas finales (la Cipressa, de 5,6 km al 4,1%, y el Poggio, 3,7 km al 3,7%), que sin ser de gran dureza suelen resultar decisivas para seleccionar la carrera.
La prueba más larga del calendario UCI ofrece unos primeros 120 kilómetros cómodos, aptos para una fuga, antes del aperitivo del Passo del Turchino (largísimo pero muy suave, 25 km al 1,4% de media, con los dos últimos km al 5,7%) y su rápido descenso hacia la Riviera Ligure. Tras 80 kilómetros adicionales de terreno llano comienza la parte clave, con cinco subidas en los últimos 55 km.
A partir del kilómetro 230 llegarán los «Capi», Capo Mele (km 239), Capo Cervo (km 244) y Capo Berta (km 252), preámbulo de la Cipressa (km 269,5), cota de 5,8 kilómetros al 4,1% que empezará a seleccionar a los favoritos. Poco después llegará el momento clave del Poggio, de 3,7 km al 3,7% y rampas de hasta el 8%, una subida de «plato grande» convertida en un muro al llevar los ciclistas 285 km en sus piernas. Se corona a solo 5,5 km de meta, por lo que quien sea capaz de abrir hueco y aguantar el ritmo en los kilómetros finales, con un rápido descenso, tendrá serias opciones de victoria. Así ganó Vincenzo Nibali en 2018.
“La Milán-San Remo es la clásica más fácil de terminar y la más difícil de ganar«, dijo en una ocasión el sprinter Mark Cavendish. Es una buena definición para una carrera legendaria, reservada a los ciclistas más fuertes, rápidos y hábiles del pelotón. Una clásica que, por sus características, cuenta entre su nómina de favoritos con una mezcla de velocistas (los mejores del pelotón) y ciclistas de gran nivel con el fondo y la experiencia para intentar burlar el control de los hombres más rápidos y sus equipos.
Para la edición de este año se prevé una participación de altura, con ciclistas de renombre como los velocistas Caleb Ewan, Elia Viviani, Fernando Gaviria, Peter Sagan, Matteo Trentin, Oliver Naesen o Alexander Kristoff, y ciclistas más completos o clasicómanos como Julian Alaphilippe (ganador en 2019), Vincenzo Nibali (ganador en 2018), Mathieu Van der Poel, Wout van Aert, Philippe Gilbert, Greg Van Avermaet o los españoles Alejandro Valverde e Iván García Cortina. Una participación de lujo para una de las clásicas más esperadas del año.