Los ciclistas Julian Alaphilippe y Bob Jungels (Deuceninc Quick Step) han descubierto el final inédito del Col de la Loze, un ascenso exigente y uno de los finales más complicados de la próxima edición del Tour de Francia, el cual se vivirá en la etapa 17 posterior al ascenso del Col de la Madeleine.
Sin dudas, un ascenso brutal de 21,5 kilómetros, con un gradiente promedio de poco menos del 8%, pero que tiene puntos que superan los 20% y cuya cima en Meribel está a 2305 metros sobre el nivel del mar.
Para Alaphilippe este ascenso será crucial en la próxima edición y el que el año pasado impresionó y soñó con mantener el Jersey amarillo en París quiere estar listo.
Consciente de seguir teniendo que mejorar mucho porque «hay una gran diferencia entre terminar quinto y ganar el Tour», Alaphilippe, que este año estará defendiendo los títulos en Strade Bianche y la Milán – San Remo, sabe que él trabaja con otro compromiso, responder en las grandes vueltas.
Después de mostrar el año pasado un buen agarre durante tres semanas sin entrenamiento específico, para poder resistir incluso las escaladas más largas y excelentes cualidades de contrarreloj, intentando darle un nuevo giro a su carrera.