La relación de Lance Armstrong con el mundo del dopaje ha dejado marcas en el propio ciclista texano… y también en su familia, que en ocasiones han estado señalados por las trampas que Lance cometió durante su etapa como profesional.
En el último capítulo del documental emitido por ESPN sobre la figura del texano aparece su hijo Luke, que actualmente juega al fútbol americano en un equipo de la universidad, que rechaza las acciones que cometió su padre. «Siempre he tenido ganas de luchar por algo y trabajar por ese objetivo vale más la pena que tomar el atajo. Además siento que si me dopara y me pillasen muchos dirían ‘es como su padre'».
Una impresión que comparte el propio Armstrong, que no animaría a su hijo a doparse… a menos que compitiera en la NFL, donde sí está permitido el uso de algunas sustancias prohibidas en otros deportes. «A mi hijo le diría que doparse sería una mala idea, sí. Sería una conversación distinta si hablásemos de la NFL. Pero en este punto de tu vida y de tu carrera no merece la pena».
Armstrong también manifiesta en este episodio su arrepentimiento por haberse dopado y su deseo de poder revertir estos episodios que mancharon su carrera deportiva y también su vida. «Desearía poder cambiarlo. Desearía haber podido ser un hombre mejor. Todo lo que puedo decir es que lo siento y seguir adelante».