¿Has notado la creciente popularidad de usar un plato ovalado? ¿Te preguntas de qué se trata todo este alboroto? Te lo explicamos en este artículo.
En pocas palabras, un plato ovalado o elíptico te ayuda a maximizar la potencia que generas cuando estás en la parte óptima de la fase de pedaleo y te permite que sea un poco más fácil pedalear cuando estás en la parte no óptima.
Para aclarar cualquier confusión, un plato ovalado no genera más potencia. Solo te permite optimizar tu verdadero potencial.
Esencialmente, un plato ovalado te permite trabajar un poco menos para lograr un mejor resultado.
El diseño del plato ovalado está diseñado para eliminar el movimiento desigual de pedaleo que puedes sentir con un plato redondo normal y también ayuda a reducir la cantidad de cambios que experimentas a medida que te vas agotando. Como el diseño hace que trabajes menos, tienes más energía para seguir adelante.
Con los platos ovalados la sección de mayor diámetro del plato se engancha con la cadena en el punto óptimo de la fase descendente, o zona de potencia, entre 1-5 y 7-11 en la esfera de un reloj, para aprovechar la potencia biomecánica natural de tu cuerpo. Por ejemplo, durante esta sección, un plato ovalado 34 es equivalente a un plato redondo 36.
De manera similar, en la zona de recuperación (11-1 y 5-7 en la esfera de un reloj), la sección más pequeña del anillo se acopla, maximizando la eficiencia en la parte más débil de la fase de pedaleo; aquí un plato ovalado 34 es equivalente a un plato redondo 32.
Los platos ovalados funcionan porque un ciclista no produce potencia de manera uniforme a través de un golpe de pedal; maximizan la fase de pedaleo donde se produce la potencia y minimizan la resistencia donde no se produce. Los platos ovalados hacen que el ciclo de giro sea mucho más suave y más fácil para las piernas mientras se sube. Lo creas o no, un plato redondo no transfiere el torque a tu rueda trasera tan suavemente como uno ovalado. De hecho, sentirás que tu golpe de pedal es más redondo con un plato ovalado que con un plato redondo.
¿Todo esto realmente importa?
Con los platos ovalados, la tracción de los neumáticos traseros mejora considerablemente en terrenos sueltos y resbaladizos. Una entrega de potencia más suave a tu rueda trasera significa que podrás mantener una mejor cadencia y más constante, sufrir menos tensión en las rodillas y, por lo tanto, podrás mantener un cierto nivel de esfuerzo durante más tiempo.
Esto resulta en una velocidad media más alta. Además, los estudios realizados muestran que con el uso de platos ovalados se utilizan más grupos musculares (en comparación con los platos redondos), pero cada uno de ellos en menor grado. La carga de pedalear un plato ovalado se extiende sobre una masa muscular mayor que consecuentemente te da la sensación de piernas más frescas.
Nota ADN Ciclista