Tom Domoulin es un muy crítico con Zwift, el ciclista holandés no le convence el deporte virtual y le parece que está muy lejos del deporte real, el hecho de que un aficionado pueda superar con suficiencia a un profesional con un simple ajuste de calibración y peso rebela al ganador del Giro 2017.
«Entiendo por qué existe y es mejor que nada, pero no está cerca de la realidad»dijo Domoulin. El ciclista holandés no se ha dejado atrapar por Zwift, la más popular de las plataformas virtuales, y ha entrenado de una forma muy tradicional en el rodillo.
Domoulin no entiende los límites que impone Zwift con los ciclistas profesionales y que hacen que se considere «doping»virtual a cientos parámetros habituales de deportistas de una potencia impresionante.
Zwift ha calculado curvas de potencia para cada marca y modelo de entrenador doméstico y descalifican automáticamente a los ciclistas que superan un nivel máximo de 5.2 vatios/kg durante 20 minutos o 6.0 w/kg de esfuerzo durante cinco minutos, como descubrió Thomas de Gendt el mes pasado, y han creado la Agencia de Voluntarios Zwift Anti-Doping que investiga casos sospechosos de «dopaje de poder».
Estos límites no son comprensibles para Domoulin: «Los resultados tampoco son confiables, no dicen nada. Wout Van Aert es sin duda el rey de la potencia de pedaleo y terminó décimo en el Tpur Virtual de Flandes, los dispositivos provienen de diferentes marcas y no están calibrados adecuadamente, lo cual es esencial, el peso que ingrese debe ser exactamente correcto, de lo contrario será injusto»
El ciclista holandés solo ha participado en una carrera virtual en Zwift y acabó decepcionado: «monté en la gold race virtual con una potencia promedio de 250 vatios, la mayoría de corredores no podrían seguir el ritmo, pero nunca adelanté a nadie, me temo que el problema con los vatios durará para siempre» finalizó
Nota Planeta Triatlón.