En horas de la mañana circuló la noticia sobre las nuevas fechas que tendrían las tres grandes vueltas durante este 2020, donde el Tour de Francia se iba a realizar del 2 al 25 de agosto, Vuelta a España en septiembre y el Giro, en octubre, sin embargo nuevamente se han dado noticias que colocan a la ronda gala entre agosto y setiembre.
Fuentes de ASO, la empresa organizadora, confirmaron al diario AS de España, que la resolución de Macron convierte en “oficial la búsqueda de nuevas fechas para el Tour y que la carrera no se celebrará según el programa original”. El comunicado con la información actualizada probablemente se envíe este miércoles.
Como ya publicó este periódico español, ASO trabaja desde hace varias semanas en un Plan B: posponer el Tour lo mínimo indispensable para que el calendario y la economía ciclistas no colapsen.
Según pudo saber AS, estos días se producirán reuniones telemáticas de los actores implicados y la UCI para una aproximación más concreta. Como existe un total consenso para “priorizar el Tour por encima del resto”, el diario Dauphiné adelantó una opción que cobra fuerza: que se dispute del 29 de agosto al 20 de septiembre. Con alguna competición previa de rodaje, como el Critérium del Dauphiné.
La Vuelta a España (14 de agosto-6 de septiembre) pertenece a la cartera de ASO, y en ningún caso se solapará con la ronda gala: la cita nacional se aplazará, sin descartarse noviembre (aunque apenas permitiría respiro de cara a 2021). Tampoco se negocia la duración de tres semanas de Giro (arrancaría el 3 octubre), Tour y Vuelta.
Los Mundiales, inamovibles hasta ahora (20-27 de septiembre), coincidirían en su inicio con el cierre de París, así que deberán amoldarse al nuevo panorama. Todos se adaptarán en el momento en que se establezcan las fechas del Tour. Entre el miércoles y el jueves “seguramente se conozcan”.
Javier Guillén, director de la Vuelta, atendió a AS: “El escenario temporal continúa demasiado abierto como para dictar sentencias. Dicho esto, y mientras no sepamos cuándo se reabrirá el calendario, la Vuelta no elucubrará. Preferimos ponernos en marcha sobre seguro y no lo haremos hasta que la UCI, que es el órgano competente, oficialice un plan definitivo. Nos adecuaremos a las necesidades de nuestro deporte y de su motor, el Tour”. Eso sí, la salida desde los Países Bajos parece inalcanzable (el Giro no partirá de Hungría en 2020 bajo ninguna circunstancia).
Otro de los puntos que no se discuten: las tres grandes, los cinco monumentos y el Mundial serán los únicos eventos imprescindibles del nuevo programa. Si una prueba, suspendida o solapada, quiere hallar o conservar su hueco, tendrá que buscarse la vida. Un sálvese quien pueda que perjudica a las carreras menores, que temen por su supervivencia. De hecho, Catalunya y País Vasco empiezan a considerar inviable recibir luz verde esta temporada. Castilla y León pretendía reubicarse con una sola jornada en julio.
Sin embargo, y pese a las buenas intenciones por salvar la campaña ciclista y la economía de un deporte en serio riesgo, retomar la competición dependerá de la evolución de la pandemia y lo que dictaminen las autoridades sanitarias y gubernamentales.