Como olvidarnos de Bérgamo, su casco antiguo adoquinado en la parte alta de la ciudad y sus barrios en la ciudad baja, localidad donde el ciclista luxemburgués Bob Jungels se impuso en la etapa 15 del Giro de Italia 2017 a los encopetados Nairo Quintana, Tom Dumoulin, Vincenzo Nibali y Thibaut Pinot, máximos aspirantes a la Maglia Rosa de aquella edición.
Los grandes recuerdos transitan por nuestra mente, por la memoria de nuestro grupo de trabajo, por la memoria de crciclismo que por cosas de la vida estuvo allí en Bérgamo, para llevarle a Costa Rica información acerca de uno de sus hijos, el ciclista Andrey Amador.
Pero que hoy recuerda con nostalgia la calidez de los bergameses e italianos, tan golpeados hoy por el COVID-19, afectados en su mayoría en la región de Lombardia por este virus que ha causado el deceso de miles de italianos y cuyas ciudades más afectadas ha sido Bérgamo, localidad ubicada al norte de Lombardia en la parte septentrional de Italia.
Desde nuestro lugar, desde nuestro deporte el ciclismo, rendimos homenaje a las víctimas del COVID-19 en Italia recordando los buenos momentos, llevando a la memoria una página del ciclismo del Giro de Italia 2017, allí en la etapa 15 – 199 kilómetros – con salida en Valdengo y llegada a Bérgamo.
Una jornada cuya emoción se viviría en los 50 kilómetros de la etapa, precisamente en las puertas de Bérgamo, fracción propia para la escapada donde se metió un colombiano, Fernando Gaviria y otros ciclistas como el francés Rudy Mollard y el irlandés Philip Deignan.
Un ilustre del pelotón como el francés Pierre Rolland saltaba del lote a 42 kilómetros de meta en pleno ascenso del Miragolo de San Salvatore (con rampas iniciales del 8% y finales del 11%), mientras los punteros mantenían una ventaja de 52 segundos sobre el grupo de favoritos.
La jornada no era sencilla, en cabeza pasaban Mollard, Deignan y Van Rensburg, mientras Luis León Sánchez atacaba uniéndose a Rolland pasando en un grupo perseguidor y el lote de favoritos apretaba los dientes, porque al parecer una jornada de transición se convertía en una etapa peligrosa para algunos de los favoritos, entre ellos el colombiano Nairo Quintana que se caía a 36 kilómetros de la meta en una de las curvas, recibiendo la bicicleta de Jose Herrada para seguir en competencia.
Por delante Tom Dumoulin paraba al grupo de favoritos con un buen gesto, un acto de caballerosidad, de esas para enmarcar, ya que la carretera pone a cada uno en su sitio, esperando al colombiano Quintana, ya por delante los combativos Luis León Sánchez y Pierre Rolland conectaban con los punteros para empezar las rampas del Selvino, de 3ª categoria con la carrera lanzada.
Quintana se bajaba de la bicicleta para cambiarla, en la incorporación 4 hombres más en ese momento, entre ellos el costarricense Andrey Amador para ayudar a su jefe de filas a incorporarse al pelotón.
El Orica que tiraba para Adam Yates, la angustia del lote crecía ya que la diferencia con los punteros no bajaba, las intenciones eran claras, querían jugarse las bonificaciones y la etapa, mientras los punteros a unos 40 segundos cuando coronaban Selvino a 29 kilómetros de la meta para enfrentar el largo descenso.
La escuadra de Adam Yates, el Orica Scott, hoy Michelton Scott trabajaba para cerrar la diferencia a 15 kilómetros de meta con los hombres de adelante, entre ellos Mollard, Deignan, Van Rensburg y Luis León Sánchez, pero la carrera lanzada solo ofrecía dramatismo con una violenta caída de Tanel Kangert a menos de 12 kilómetros y el ascenso a Bérgamo alto ahí no más.
El tiburón Vicenzo Nibali olía sangre para prender los motores en el adoquinado de Bérgamo alto, las calles a reventar y su gente agolpada en la via observando al francés Pierre Rolland, quien se resistía a caer en los últimos 5 kilómetros, pero su esfuerzo era insuficiente para un Nibali on-fire que castigaba a sus rivales llevándose a su rueda a Domenico Pozzovivo.
Bérgamo alto era felicidad, la gente gritaba al observar a dos de sus hijos, Nibali y Pozzovivo dominar en la parte alta de la ciudad, sobre todo con grandes posibilidades de dejar la etapa en casa, pero la última palabra no estaba escrita, menos con dos rodadores de la talla de Bob Jungels y Tom Dumoulin e intereses diferentes, titanes dispuestos a dar la pelea en los últimos 4 kilómetros.
Dumoulin que se resistía a ceder segundos con Nibali en la Clasificación General encontrando aliado a Bob Jungels que quería la etapa para sumarle una victoria más al Quick Step, a las ya logradas con Fernando Gaviria.
Bob Jungels cerraba el hueco con Nibali y contratacaba a falta de 3.5 kilómetros, pero Nibali respondía atacando a Jungels, era un tu a tu entre el italiano y el luxemburgués, los otros favoritos como espectadores midiéndose milimétricamente.
El tiburón volvía a abrir hueco sobre los otros favoritos, sin embargo, Jungels no se lo dejaría fácil a Nibali encontrando respuesta en Mollema para contener la embestida del italiano a falta de 1.5 kilómetros.
¡Flamee Rouge! último kilómetro al extremo con Quintana guardándose para salir en punta en el embalaje, a sabiendas que su punta de velocidad no iba a ser suficiente para ser remontado por Jungels quien ganaba la etapa dejándole los segundos de bonificación al colombiano Nairo Quintana y al francés Pinot.
Dumoulin salvaba la jornada con Nibali y se mantenía con la camiseta de líder, Quintana arañaba unos segundos en búsqueda de su segunda Maglia Rosa y el mundo del ciclismo disfrutaba del inicio de la última semana del Giro de Italia 2017 en tierras lombardas, con un final digno de Giro de Italia, tierra que vive ciclismo, respira ciclismo y siempre estará en nuestros corazones.