El final anticipado de la París-Niza ha tenido una vibrante resolución, en la línea de lo que hemos podido disfrutar a lo largo de la semana en la carrera francesa, que ha puesto su broche final con la victoria en La Colmiane de Nairo Quintana (Arkea-Samsic).
El colombiano demarró a falta de 4 km para el final, superando al único superviviente de la escapada original, De Gendt (Lotto-Soudal), haciéndose con el triunfo con unos 46’’ sobre Benoot (Sunweb), y 56’’ sobre el grupo de favoritos, encabezados por Pinot (Groupama FDJ) donde entró un Max Schachmann (Bora-Hansgrohe) que supo gestionar su ventaja cuando arranco el belga, segundo en la general, a falta de kilómetro y medio para la conclusión.
El campeón alemán, por tanto, confirmó su victoria en la clasificación general de esta París-Niza, con 18’’ de ventaja sobre Benoot y 59’’ sobre Sergio Higuita (EF1), que completaron el pódium de una prueba que abre el incierto paréntesis de la temporada ciclista profesional 2020, con motivo de la crisis del coronavirus.
La cascada de acontecimientos derivada de la expansión del coronavirus por Europa ha convertido la etapa reina de la París-Niza en la última jornada de ciclismo profesional hasta que las autoridades sanitarias y gubernamentales estimen oportuno la reanudación del calendario. Y todo apunta que, hasta bien entrado el mes de mayo, siendo optimistas, esto no sucederá.
Tocaba, por lo tanto, disfrutar de una última jornada anticipada en Paris-Niza –la etapa final de mañana no se disputará-, una competición que nos ha brindado a lo largo de toda la semana grandes momentos de ciclismo. Y que hoy, con cuatro puertos de montaña, con final en el último de ellos (16,3 km al 6,3%), tampoco iba a defraudar.
Y así fue desde los primeros compases de la etapa, con movimientos de hombres como Anthony Pérez (Cofidis), Benoit Cosnefroy (AG2R), Alex Kirsch (Trek-Segafredo) y Van Gestel (Total-Direct Energie). Las rampas del Col de Vence (9,7 km al 6,6%) servirían para consolidar un sexteto en cabeza formado por el citado Pérez junto a Alaphilippe (Deceuninck-Quickstep), Edet (Cofidis), De Gendt (Lotto-Soudal), Bettiol (Education First) y Paret (AG2R). El grupo coronaba la primera dificultad de la jornada, con algo más de 3’ sobre el pelotón. La jornada, sin duda, prometía.
La peligrosidad de hombres como Alaphilippe (10º a 2’04’’ de Schachmann) en el grupo cabecero, y su liderato virtual, provocaba la reacción del grupo de los favoritos, donde se incrementaba sensiblemente el ritmo, reduciendo la ventaja de la fuga hasta los 2’30’’ a falta de 110 km para el final. Sin embargo, el francés de Deceuninck no se lo iba a poner nada fácil a sus rivales, y al paso por el Col de la Sigale, segunda dificultad montañosa del día, la renta se volvía a estabilizar en los 3’, con 80 km por delante. Nico Edet, por cierto, volvía a pasar en primer lugar por el alto, asegurándose la clasificación de la montaña.
La ventaja se volvía a reducir hasta los 2’45’’ a falta de 50 km para la meta. Y Bora, con pocos efectivos para apoyar a Schachmann, se encomendaba al interés de otros equipos como Arkea-Samsic (Nairo Quintana) o Education First (Sergio Higuita), para intentar mantener a raya a un valiente Alaphilippe, en un terreno escabroso y revirado que, sin duda, no facilitaba mucho la persecución.
Sin embargo, la entrada de los Trek-Segafredo de Nibali y los Sunweb de Benoot en cabeza del grupo principal sí que surtía efecto, reduciendo la ventaja de Alaphilippe y compañía a 1’50’’, con 25 km por delante. Unas referencias que, a los pies del ascenso final a La Colmiane, se quedaban ya en poco más de un minuto.
De Gendt y Alaphilippe se mantendrían en la lucha durante el inicio de la ascensión, mientras sus compañeros de aventura, Edet y Bettiol renunciaban a la batalla. Pero De Gendt es mucho De Gendt… y prefería continuar en solitario hacia delante, soltando a todo un Julian Alaphilippe a 15 km del final, pero con un pelotón ya muy cerca de ambos.
Por detrás, salvo los movimientos de Guillaume Martin (Cofidis) y Winner Anacona (Arkea-Samsic), nadie se atrevía a romper la tensión, lo que favorecía las esperanzas de un De Gendt que, con su ritmo de martillo pilón, lograba ampliar su ventaja hasta el minuto y medio sobre un pelotón que neutralizaba –y dejaba atrás- a un valiente Alaphilippe.
El líder Schachmann se quedaba solo, sin compañeros, en un grupo comandado por los Trek-Segafredo del tiburón Nibali, a unos 8 km de la conclusión, y donde aguantaban Benoot, Higuita, Quintana, Pinot y Bardet. El del AG2R sería el primero en probar fortuna, en una de las zonas más ásperas de la ascensión, y logrando unos metros de ventaja sobre la decena de corredores comandada por un voluntarioso Richie Porte, que rápidamente neutralizaba al francés.
Con 5 km para la llegada, y apenas un minuto de ventaja para De Gendt, Porte enfilaba al grupo a un ritmo que anulaba cualquier posibilidad de ataque… menos para Nairo Quintana, que saltaba con muchísima fuerza a 4.000 metros de la meta, reventando al grupo en mil pedazos y dando caza a De Gendt a 3 del final. El belga solo podría ver pasar al colombiano, que como una exhalación se iba hacia la victoria.
Por detrás, la grupeta integrada por Pinot, Higuita, Benoot, Nibali y el líder Schachmann, comenzaba a jugar al gato y al ratón, con el alemán sin dar muchos síntomas de debilidad. Pero Benoot, su rival más directo (a 38’’ del liderato), no iba a irse de la Paris-Niza sin intentar el asalto al amarillo, demarrando a kilómetro y medio del final, y logrando unos metros de ventaja sobre el líder, insuficientes en todo caso.
Quintana lograba otra gran victoria en montaña en este 2020. Segundo, a 46’’, entraba Benoot, con apenas 10’’ de ventaja sobre el grupo del líder, al que daba tiempo Pinot. Max Schachmann, por tanto, se adjudicaba una extraña pero disputada Paris-Niza 2020, con 18’’ sobre Benoot y 59’’ sobre Higuita.