Fernando Gaviria cumplió en la segunda etapa de la Vuelta a San Juan una tradición que dura ya seis años y que tiene un gran mérito: ganar etapa en su primera carrera de la temporada (siempre debuta en Argentina y esta es su sexta victoria en San Juan más otras tres en San Luis).
El colombiano del UAE afronta un año repleto de moral y con un equipo volcado con él como se ha demostrado en esta prueba sudamericana, en la que ha llegado arropado por hombres rápidos como su compatriota Molano o su lanzador de confianza, el argentino Richeze, que ha llegado esta temporada de su exequipo, el Deceuninck.
Con todo eso, el velocista, acompañado por Richeze en los últimos metros, no falló y es el nuevo líder de la carrera. Un local, Naranjo (Virgen de Fátima) fue segundo para alegría de la afición local, mientras que el italiano Benfatto (Bardinai) fue tercero. Sagan (Bora) estuvo cerca, pero sin poder rematar, quinto, mientras que Sebastián Mora (Movistar) volvió a ser el mejor español, 16º.
El esprint del colombiano fue fantástico en unos últimos metros muy nerviosos, con todos los equipos intentando encontrar huecos donde no los había. Planeó en la llegada el fantasma de la montonera. Se llegaba después de una jornada otra vez accidentada, con caídas, incluso una provocada por un perro que se cruzó a la escapada protagonizada por Francisco Monte (Argentina), Leandro Velardez y Daniel Juárez (Virgen de Fátima), Royner Navarro y Hugo Ruiz (Perú), Carpenter, Iker Ballarín (otra vez el del Euskadi estuvo fugado) y Jurado (Panamá).
Este martes, tercera etapa en la que parece complicado que Gaviria pueda mantener el liderato ya que se celebra la contrarreloj de Punta Negra (15,2 km), donde ciclistas como los Deceuninck Alaphilippe y Evenepoel parten como favoritos.