El primer contacto con la alta montaña de los Pirineos –con los temibles Peyresourde y Hourquette d´Ancizan- resultó muy decepcionante. Una oportunidad perdida. Ningún favorito se movió en una jornada que se tomaron de asueto. Mucha prudencia, mucho miedo ante las etapas que vienen, especialmente a la contrarreloj de mañana en Pau.
La victoria de etapa se la jugaron al sprint Pello Bilbao, Simon Yates y Gregor Mühlberger, los más fuertes de una numerosa fuga –de 40 ciclistas en su origen- que puso la única emoción de una etapa que dejó a los aficionados entre decepcionados y enfadados por la ausencia de combatividad de los hombres fuertes. Alguno de ellos se felicitará por no haber perdido tiempo.
Ya en el último kilómetro, tras unos instantes de estrecha vigilancia, Simon Yates es el primero en lanzar el sprint. Lo hace justo antes de entraren la última curva, a 250 metros del final. Sale de la misma con una mínima ventaja que consigue mantener hasta la línea de meta, Por apenas un tubular supera al vizcaíno, segundo, y al austriaco del Bora, para firmar su primera victoria en el Tour. El británico del Mitchelton-Scott ya suma triunfos en las tres Grandes: 3 en el Giro, 2 en la Vuelta (más la general de 2018), y la de hoy en el Tour.
A 1´28″ llegó un grupo con 14 de los hombres de la fuga (Benoot, Felline, Trentin, Naessen, Van Avermaet, Teuns, Schachmann, Gallopin…) y a 9´35″ el pelotón de los favoritos, a ritmo de paseo. No hay cambios en la clasificación general en vísperas de la contrarreloj de mañana en Pau, de 27,2 km.
La etapa empezó muy movida, con numerosos ataques, pero costó que se hiciera la fuga. Se consolidó pasado el km 40 y resultó muy numerosa (40 ciclistas), con ilustres como Sagan, Wellens, Schachmann, Van Avermaet (el mejor de la general, a 14´25”), Calmejane, Nicolas Roche, Simon Yates, Mühlberger, Gallopin, Bettiol, Benoot… y tres españoles: Iván García Cortina, Pello Bilbao e Imanol Erviti. 50 km se completaron en la primera hora de carrera.
Los fugados comienzan el ascenso al histórico Peyresourde (13,2 km al 7%) con cinco minutos de ventaja, y Lilian Calmejane se marcha en solitario mientras se descuelgan la mayoría de los hombres rápidos: Sagan, Colbrelli, Groenewegen, Kristoff… Pasa primero por la cima Tim Wellens, que alcanza a Calmejane en los últimos metros de subida, y tras coronar se lanza a tumba abierta Simon Clarke (EF Education First), quien pronto saca un minuto a un grupo de 26 perseguidores. El pelotón se lo toma con mucha calma y la ventaja se dispara hasta los siete minutos.
En el segundo coloso del día, Hourquette d´Ancizan (9,9 km al 7,5%), la fuga se rompe en varios grupos. Tras numerosas alternativas, quedan en cabeza Simon Yates y Gregor Mühlberger, con Pello Bilbao a escasos segundos, y algo más atrás Tony Gallopin, Nicolas Roche, Mathias Frank, Max Schachmann, Serge Pauwels, Dylan Teuns, Fabio Felline y Matteo Trentin, el rival más temido por todos al ser el más rápido.
Pello Bilbao, que coronó a solo 5”, alcanza en el inicio del descenso a Yates y Mühlberger, con los perseguidores a más un minuto y el pelotón de los favoritos -de paseo- a más de ocho. En el descenso nada cambia y se consolidan las posiciones. El trío cabecero, lejos de ver peligrar su ventaja, la aumentan hasta casi los dos minutos y se preparan para jugarse la victoria entre ellos en Bagnéres de Bigorre. En un sprint puro y emocionante -de lo poco emocionante de una etapa para el olvido- Simon Yates suma una nueva victoria a su palmarés, la 17ª, e ingresa, al igual que lo hiciera ayer Caleb Ewan, en el selecto club de los ganadores de etapa en las tres grandes vueltas.
Por su parte Andrey Amador ingresó con el lote de favoritos y terminó 47 a 9:35 de Yates, mientras que en la general es 55 a 33:59.
Para este viernes se viene una CRI que podria definir mucho la general, serán 27 kms con salida y llegada a Pau